Cumpliendo con la antidemocrática regla del quórum de 2/3, desde el día martes los convencionales han comenzado a deliberar y votar en pleno las normas constitucionales. Las primeras han sido las propuestas de los primeros informes de dos comisiones: un bloque de 16 normas que recaen sobre principios generales del sistema de justicia; y otro bloque de 36 normas que recaen sobre regulación de la forma de estado, organización regional y competencias.
Las normas sobre sistema de justicia fueron votadas el martes cada una en general (sin indicaciones ni separación de incisos), y ayer jueves votadas en particular. Las normas sobre forma de estado fueron votadas el miércoles cada una en general y hoy viernes lo serán en particular [1].
Respecto de las 16 normas propuestas sobre sistema de justicia, 2 normas fueron rechazadas en general el día martes y, por este motivo, devueltas a la comisión de origen para proponer sus reemplazos. Las 14 normas aprobadas en general fueron votadas ayer jueves en particular, esto es, por incisos y con indicaciones. El resultado fue que 10 de estas normas serán parte del texto de la nueva constitución, el cual será votado por la ciudadanía en el plebiscito de salida. Luego de pasar por las correcciones en la Comisión de Armonización, se integrarán junto a las indicaciones y al resto del articulado.
A pesar que hasta ahora no han habido grandes cambios, la derecha y centroderecha, atrincherada en la defensa del régimen heredado de la dictadura, hace un escándalo. Es que no quieren que le toquen un solo pelo al saqueo millonario que hacen los capitalistas nacionales y extranjeros dueños del país. A la vez que reclama por el supuesto “intervencionismo” político desde afuera de la instancia, aplaude que Piñera “aconseje” a la Convención, haciendo resaltar supuestos “valores nacionales” que están articulados en la Constitución de Pinochet.
En la jornada de ayer fue llamativo el rechazo del artículo 2 sobre el principio de “Pluralismo jurídico”, el cual proponía que “el Sistema Nacional de Justicia coexiste, en un plano de igualdad, con los Sistemas Jurídicos Indígenas”. Esto porque pese a que en la votación del día martes los convencionales del Colectivo Socialista (PS) y del Colectivo del Apruebo (DC-PPD) habían votado a favor por este mismo articulado, esta vez votaron en contra junto a la derecha e "independientes". De manera que, a pesar de que la norma obtuvo la aprobación de la mayoría de los convencionales (93 a favor, 58 en contra y 2 abstenciones), no logró los 2/3, pasando por ello de vuelta a la comisión de origen. En este mismo sentido, se rechazó (98 a favor, 52 en contra y 1 abstención) el segundo inciso del artículo 15, sobre “Plurinacionalidad, pluralismo jurídico e interculturalidad”, que proponía el respeto de “las costumbres, tradiciones, protocolos y el derecho propio de los pueblos indígenas, conforme a los estándares internacionales de derechos humanos”.
En relación a esto, cabe mencionar aquí un hecho ampliamente omitido por la prensa. El miércoles, en la votación de las normas propuestas sobre forma de estado, se aprobaron en general los artículo 5 y 6, sobre la “autonomía de las entidades territoriales” y “la solidaridad, cooperación y asociatividad territorial en el Estado Regional” respectivamente. Estos cercenan el pleno ejercicio del derecho a la autodeterminación nacional, por cuanto establecen de manera arbitraria y de antemano que “en ningún caso el ejercicio de la autonomía podrá atentar en contra del carácter único e indivisible del Estado de Chile, ni permitirá la secesión territorial” y que “las asociaciones de entidades territoriales, en ningún caso, alterarán la organización territorial del Estado”.
Ese mismo día se presentaron nuevas roces al interior de Apruebo Dignidad, que tuvieron importancia crucial durante las votaciones. Las normas de Asambleas Legislativas Regionales fueron rechazadas en general y devueltas a comisión, con votos en contra de un sector mayoritario dentro del Partido Comunista. Según trascendió en la prensa [2] , durante los días previos y hasta último minuto hubo negociaciones entre los partidos de la ex-concertación y el Frente Amplio, donde estos últimos, a cambio de un acuerdo para que prosperaran las cámaras regionales, barajó renunciar definitivamente en su apoyo a la propuesta de supresión del oligárquico senado. Hay que recordar, eso si, que como conglomerado el Frente Amplio jamás se ha comprometido con la unicameralidad, sino que desde las campañas a la Convención han estado abiertos a conservar ambas cámaras, pero “sin roles duplicados”.
Por otra parte, cabe preguntarse si realmente, para hacer frente al centralismo autoritario y opresivo de la capital santiaguina, crear asambleas legislativas regionales sea una solución para el pueblo trabajador, en vez de dividirlo más, en beneficio del negocio local de los empresarios. Distintos cuerpos legales entre regiones, según su alcance, podrían favorecer a las regiones con más medios y recursos en la competencia contra las demás, a la vez que estas últimas, para salir de ese aprieto, ser más fácilmente presionadas a hacer leyes más convenientes al saqueo y explotación empresarial.
Hoy viernes, serán discutidas y votadas en particular las 28 de las 36 normas sobre forma del estado que fueron aprobadas en general [3].
Mientras las decisiones sigan tomándose con maniobras parlamentarias entre las cuatro paredes de una Convención, creada por el parlamento a su imagen y semejanza, subordinada a los poderes constituidos, la Constitución de Pinochet y al Acuerdo por la Paz, como lo es el quorum de 2/3, las demandas pendientes serán disueltas y defraudadas en el acuerdo con los partidos empresariales y neoliberales de los 30 años. Solo cambiará algo para que nada cambie. Mientras tanto, los enemigos del pueblo seguirán buscando recobrar fuerzas para hacer retroceder el camino que abrió la Rebelión de Octubre.
Es por eso que hay que comenzar a prepararse para retomar ese camino. Los sindicatos, organizaciones sociales y territoriales, asambleas y coordinaciones, la CUT, Colegio de Profesores, C8M, deben empezar a preparar las condiciones para la movilización ascendente, con pliego único de demandas para unificar todas las peleas y reclamos, urgentes e históricos. La única fuerza capaz de conquistarlas es la de la organización y la movilización en las calles y lugares de trabajo. No hay tiempo que perder. |