Estephanie Oviedo fue abusada por un tatuador en el 2018. Ella proviene de una familia de escasos recursos y actualmente vive con su madre y su abuela. Todas ellas sobreviven de la pensión de Estephanie, ya que tiene una discapacidad.
A pesar de haber denunciado a su agresor tras unos días de lo sucedido, el juicio se ha trasladado de fecha varias veces durante cuatro años y en pleno 2022 su caso sigue impune. Además, no ha recibido en estos últimos años casi ningún apoyo psicológico y social de parte del INAMU y del CONAPDIS.
Desde Pan y Rosas exigimos un alto hacia la violencia contra las mujeres, denunciamos la impunidad que viene arrastrando el OIJ desde el 2018 con el caso de Estephanie. Denunciamos también que no se trata de una situación particular, sino que ha sido el accionar de la institución judicial, como lo demuestran los casos de femicidios en los que recetan impunidad o una justicia que no es real para las mujeres víctimas de violencia patriarcal.
Reclamamos ayuda psicológica y económica para Estephanie y su familia. El dinero que se destina al pago de la deuda externa, debe orientarse a la creación de centros de atención gratuitos y de calidad, centros de refugio para violencia de género y sus familias, y en salarios mensuales para que las mujeres sean económicamente independientes de su agresor.
Este 8M, salgamos a marchar contra la violencia hacia las mujeres, que nuestras necesidades y demandas no sean moneda de cambio para los gobiernos. | 
