"Tras un cruento combate perdimos el control de Chernobyl", afirmó el asesor de la Presidencia ucraniana, Mijaíl Podoliak, y agregó que no tenía información del "estado de las instalaciones de la antigua central, del sarcófago y del almacén de residuos nucleares". El hecho agregó más tensión y preocupación sobre la situación en Ucrania que venía escalando desde hace semanas y este jueves dio un salto con el ataque e invasión del ejército ruso.
En referencia a un eventual daño al cobertor del reactor nuclear y la posible liberación de material radioactivo, Podoliak también dijo que "es una de las amenazas más grandes que enfrenta ahora Europa" y que los rusos incluso podrían hacerlo intencionalmente y echar luego la culpa a Ucrania.
Así mismo, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, alertó de que la incursión rusa en la zona de la central nuclear es "una declaración de guerra contra toda Europa". Parece clara la intensión de Zelenski de involucrar a más países europeos en el conflicto que mantiene con Rusia. Sin embargo, no se pude descartar de antemano el riesgo de algún escape de material radioactivo.
Antón Gueráschenko, asesor del Ministerio del Interior, advirtió que si los depósitos con restos radiactivos resultan dañados, "el polvo nuclear puede propagarse por todo el territorio de Ucrania, Bielorrusia y los países de la Unión Europea".
La zona que alberga los restos de la antigua central nuclear, no es solo un lugar simbólico. Se encuentra a solo 17 km de Bielorrusia, cuyo gobierno es aliado de Putin, y a 90 km (140 km por carretera) de la capital ucraniana. Es decir que se trata de un punto estratégico para cercar o avanzar sobre Kiev.
Consciente de su importancia militar, ejército ucraniano tenía fuerzas controlando la central y patrullaban la zona permanentemente. En previsión de un posible ataque ruso, el pasado viernes se habían suspendido todos los viajes turísticos a Chernobyl, que en los últimos años se transformó un destino recreativo muy popular para extranjeros. Sin embargo, el ataque ruso fue incontenible para las fuerzas ucranianas que debieron ceder pronto la posición.
La vieja central explotó en 1986 dando lugar al accidente nuclear más grave de la historia en aquél entonces. El hecho recobró mención internacional con el estreno de la serie Chernobyl en 2019.
Los daños que causó solo son comparables con el de la central japonesa de Fukushima de 2011. Un sarcófago de fabricación francesa cubre ahora el averiado cuarto reactor nuclear que esparció hasta 200 toneladas de material con una radiactividad de 50 millones de curies, equivalente a 500 bombas atómicas como la lanzada en Hiroshima.
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