La justicia marplatense acaba de dictarle prisión domiciliaria al suboficial de la armada, Marcelo Girat, que violó durante cuatro años a su hija, a pesar de haberlo condenado a 14 años condenado por violación, abuso y tortura, todo agravado por el vínculo.
El beneficio de la prisión domiciliaria se basa en un pedido de habeas corpus de la defensa del violador, maniobra jurídica con la que habría dado al tribunal la excusa para darle este beneficio.
Durante el juicio, no sólo se probaron los aberrantes hechos a los que Rocío fue sometida, sino que se denunció y se probó que fue amenazada de muerte por su padre, el nombrado suboficial de contrainteligencia, que continúa en su cargo en la Base Naval de Mar del Plata. Ahora, el violador se va a su casa, amparado por la Armada y por la impunidad que gozan los miembros de las fuerzas armadas.
La sentencia y este beneficio causó estupor e indignación entre los presentes en la sala de audiencia, donde no estaba Girat llamativamente. Rocío y su mamá estaban consternadas, amigos y familiares indignados y no pudiendo contener la bronca, le gritaron al tribunal que era cómplice de violador y torturador de la Armada. Allí estaban miembros de HIJOS que vienen apoyando a Rocío.
Mientras, afuera del tribunal, una manifestación de organismos de derechos humanos y de organizaciones de mujeres, sociales y políticas, entre los que se encontraba HIJOS y Pan y Rosas, que exigía cárcel común y efectiva para Girat, fue reprimida con balas de goma, en este momento hay manifestantes hospitalizados.
Se constata una vez más: a los milicos, impunidad; a los que luchan, represión. |