En las vísperas del comienzo de clases en toda la provincia de Buenos Aires, los colegios de educación pública siguen afrontando serias dificultades. Los días en que las aulas se vieron vacías por el Aislamiento Preventivo y Obligatorio y junto al receso escolar -casi dos años en que los edificios estuvieron vacíos- no fueron suficientes para que el gobierno de Kicillof realice las obras de mantenimiento y refacción necesarias para asegurar una vuelta de clases seguras en el contexto de la pandemia por covid.
Es el caso de la E.E.T. N° 6 -"el Albert Thomas"- en donde se siguen lloviendo los techos, hay deshechos de palomas en los pisos y escritorios del aula y los baños siguen sin funcionar. Sumado a la falta de elementos de limpieza mínimos para que les niñes y el personal de la escuela que permanecen muchas veces más de ocho horas en el colegio, puedan mantener su higiene y su salud en un contexto tan desfavorable.
Sumado a esto, vuelven a repetirse los pedidos de la comunidad educativa, tanto de familias como de docentes, para que el colegio tenga un comedor en donde les chiques puedan acceder a una alimentación, derecho básico inalienable, que en un contexto en el que el 60% de la población se encuentra bajo la línea de pobreza, es claramente un derecho vulnerado sistemáticamente. ¿Cómo se espera que les niñes que no se alimentan en las ocho horas que dura la jornada de la escuela técnica puedan estudiar o aprender algo?. El Estado es responsable de abandonar a estos menores a su suerte sin brindarles ninguna asistencia.
Y como si esto fuera poco, el conjunto de les trabajadores docentes se desayunaron con la noticia, al volver del receso escolar, que la modalidad por la cual estaban contratados por la Dirección General de Escuelas y la fundación Albert Thomas, había dejado de existir. Por lo tanto, los más de 500 trabajadores de la educación se encuentran con una incertidumbre sobre la continuidad de sus fuentes laborales. Este convenio funcionó por 12 años en un sistema de concursos abiertos a la comunidad y como única forma de acceder a un cargo en esta escuela. Pero, les trabajadores nunca pudieron acceder a la titularización de sus cargos ni a otros derechos que el resto de los educadores de otras escuelas pudieron hacer, por lo que la situación laboral se vuelve inestable y precaria.
Es por el reclamo de estabilidad laboral que más de 100 docentes se convocaron el pasado viernes frente a la Dirección de Educación Técnica. Las autoridades prometen dar una respuesta a este reclamo, pero en el mientras tanto alrededor de 500 familias de estos trabajadores se encuentran pendientes de la resolución de este problema. Sumado, a las familias de los 1800 alumnes que ingresarán a aulas en malas condiciones, baños sin funcionar o sin agua y techos llovidos.
La firma con el FMI trae ajuste a los más vulnerables y los préstamos fraudulentos amparan el desvío de dinero hacia los dueños de todo. Les trabajadores y las escuelas en dónde van sus hijes siguen sufriendo el abandono y desinversión. Es hora de decir basta y generar una gran alianza entre trabajadores, familias y estudiantes para reclamar que la por un futuro con derechos. | 
