Martín Guzmán cerró los principales puntos del acuerdo con el staff técnico del FMI, según anticiparon desde el Ministerio de Economía a los medios, pero la letra final del nuevo programa todavía está pendiente. La carta de intención y el memorándum de entendimiento se presentarían el miércoles o jueves en el Congreso. Sin embargo, este martes Alberto Fernández reconoció ante la Asamblea Legislativa que no está cerrado aún el acuerdo alcanzado con el staff del FMI y que espera que en los próximos días tenga aval del organismo y sea enviado al Congreso para su aprobación.
Una de las principales diferencias con el FMI era por el nivel de aumento de las tarifas. El FMI exigía una suba de tarifas del 60 %, superior a la inflación, mientras que el Gobierno anunció un incremento de solo un 20 %, pero Alberto Fernández en el discurso de hoy se desdijo y ratificó que las tarifas podrían incrementarse teniendo como tope el Coeficiente de Variación Salarial. Se espera que el aumento de tarifas de los servicios públicos sea del 40 %.
Según el borrador de documento al que accedió La Izquierda Diario el acuerdo muestra un rumbo de ajuste que incluiría evaluar aspectos del sistema previsional; las implicancias del uso “racional” del gasto público, incluido un encorsetamiento del salario estatal; la injerencia del Fondo en el plan de desarme de subsidios energéticos; los “consejos” sobre el tipo de cambio y las metas de (bajo) crecimiento y reservas, entre otros puntos.
Alberto Fernández afirmó ante la Asamblea Legislativa que no habrá reforma laboral ni previsional, pero el documento borrador anticipaba que se deja abierta la posibilidad de modificar los regímenes especiales previsionales. Los mismos incluyen regímenes de privilegios -como el de jueces y diplomáticos-, pero también alcanza las jubilaciones docentes y de otros sectores de la clase trabajadora. Además, se analizarán mecanismos que favorezcan “la prolongación voluntaria de la vida laboral de las personas”. Esto podría significar un aumento encubierto de la edad jubilatoria.
El Gobierno negocia un acuerdo de Facilidades Extendidas, este tipo de acuerdo es el más duro del menú del FMI en términos de condicionalidades. Por lo general, incluye contrarreformas laborales, previsionales y tributarias. Una manera encubierta por el que se avanza con la reforma laboral es la quita de derechos por convenio, como en el caso de Toyota. También hay que recordar que el Gobierno avanzó con el ajuste sobre las jubilaciones. Según un relevamiento del Observatorio del Derecho Social de la CTA – Autónoma, si se comparan los datos correspondientes a 2021 con el año anterior, jubilados y jubiladas perdieron un 6 % promedio en sus ingresos, medido en términos reales. Desde 2015 a esta parte, las jubilaciones perdieron, en promedio, un 23 %, también medido en términos reales.
No al FMI
El acuerdo con el FMI implicará un mayor ajuste contra el pueblo trabajador, profundizará el extractivismo y el saqueo nacional de recursos. Es necesario prepararse para enfrentar el acuerdo con el Fondo. Así, el amplio espacio de organizaciones sociales, de izquierda, piqueteras, del sindicalismo combativo, entre otros que ya convocó a dos importantes movilizaciones contra el pacto con el FMI resolvió convocar a una concentración en las afueras del Congreso Nacional y en todo el país para repudiar el pacto con el FMI el día que se trate en la Cámara de Diputados.
Hay que movilizarse para rechazar el ajuste, recuperar el salario real perdido en estos años, que ningún trabajador gane menos de lo que cuesta la canasta familiar, terminar con el trabajo precario y reducir la jornada a 6 horas, cinco días a la semana, entre otras demandas fundamentales como plantea el Frente de Izquierda Unidad. Por el desconocimiento soberano de la deuda pública como parte inseparable de un conjunto de medidas como la nacionalización de la banca y el comercio exterior para desarrollar una respuesta alternativa ante la crisis y que esta vez no la paguen los trabajadores.
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