El presidente español Pedro Sánchez ha anunciado este último miércoles el envío de material armamentístico a Ucrania contra la invasión rusa. Ha afirmado que la invasión se produce porque Putin “no acepta la consolidación de la UE como potencia global” y que supone “un peligro para la democracia”.
"España entregará a la resistencia ucraniana material militar ofensivo", ha asegurado el presidente Sánchez en su comparecencia en el Congreso de Diputados. Esto se suma a la decisión de aumentar la dotación de soldados como parte las fuerzas qque la OTAN tiene en Letonia, a 120 km de la frontera rusa. Según el Gobierno español esto es un refuerzo, un “ajuste operativo” que “está contemplado en los acuerdos del Consejo de Ministros sobre misiones de paz en el exterior” aprobado en diciembre pasado, y supone elevar a medio millar los militares del Ejército de tierra español en el este de Europa.
Extraña "misión de paz" el hecho de aumentar tropas a un país fronterizo a la zona de guerra, una guerra reaccionaria comenzada por Putin, además del envío de armas.
De este modo, pega un salto la escalada militarista del gobierno español en este conflicto.
Hasta el momento el Estado español intervenía indirectamente a través del Fondo para la paz de la Unión Europea; un fondo que en realidad ha sido ya utilizado para armar a los grupos afines al jefe de Estado ucraniano, Volodímir Zelensky, pero a partir de hoy mandará armamento directamente.
Además, Sánchez pedirá que Rusia entre en la lista negra de paraísos fiscales, sumando a las sanciones ya implementadas por Estados Unidos y las potencias europeas, que comienza a perjudicar al pueblo ruso.
El motivo de este cambio, ha sido por un lado la presión de la OTAN para que el Estado Español se involucre más concretamente e internamente del derechista Partido Popular (PP). Desde la derecha española venían cuestionado que el gobierno “progresista” no estaba lo suficientemente comprometido con la “ayuda” militar a Ucrania, y sugerían que Podemos sería afín a Putin. Sánchez parece haber aprovechado la crítica del PP para reubicarse en una posición más abiertamente guerrerista. Algo que, por otro lado, ya venía defendiendo cuando envió tropas y cazas a Europa del este hace varias semanas.
Se trata de una política imperialista e hipócrita que está siendo generalizada en toda la Unión Europea. Esta semana Alemania anunció que aumentaría su presupuesto militar en otros cien mil millones de euros.
Alrededor del mundo puede verse la doble vara según los propios intereses de esos organismos imperialistas. Por ejemplo: alguien cree que la UE podría pensar en armar la resistencia palestina contra su aliado, el reaccionario Estado de Israel? Allí hay una ocupación militar y asesinatos diarios, pero las relaciones comerciales y militares del Estado español y la UE con Israel siguen mejor que nunca. Lo mismo podemos decir respecto de las de las monarquías árabes, amigas de la casa real española.
El envío de armas a Ucrania y el reforzamiento de tropas en Europa del Este, solo tiene el objetivo de rearmar a la OTAN y legitimar su intervención militar imperialista en Europa del Este.
La invasión de Putin es totalmente reaccionaria. Y como venimos denunciando, está teniendo devastadoras implicaciones para su población y ya son casi 700.000 ucranianos que han recibido asilo en los países fronterizos. Pero mientras esto ocurre, las potencias imperialistas avanzan en su rearme militar. Hablan de paz, solo para acelerar las tendencias guerreristas.
Además, la OTAN viene aplicando duras sanciones económicas que pagará el pueblo y la clase trabajadora rusa. "Europa ha decidido fortalecer su proyecto común, lo hacemos aprobando sanciones inéditas y poniendo en marcha la ayuda para socorrer refugiados y trasladado a Ucrania material", ha afirmado Sánchez. Así, reafirma como país imperialista, aunque menor, la política imperial como parte de la respuesta europea y estadounidense.
Sanciones que se presentan bajo la cobertura de la “ayuda a Ucrania” y la “solidaridad con el pueblo ucraniano”, pero que terminará pagando el pueblo ruso. De hecho, ya lo está haciendo, con la caída de su moneda y el aumento de la inflación, que lleva a la caída del poder adquisitivo.
Como explican varios analistas, históricamente los planes de sanciones son terribles para los pueblos afectados, ya que el quiebre de la economía, la inflación o el desabastecimiento lo sufren en primer lugar los sectores más pobres. Los oligarcas rusos, a los que dicen desde la UE que van a afectar con las sanciones, tienen muchísimos recursos para caer bien parados y proteger sus fortunas. La población rusa más pobre se ve afectada de forma directa.
La política de Sánchez significa continuar con la escalada militarista en la región, que comenzó con el envío de armamento de la UE. Se trata de armamento letal y tropas en Lituania, Rumanía y Eslovaquia, además de Letonia, que seguirían alimentando la escalada de tensión con el país ruso.
La OTAN lleva tiempo profundizando el conflicto y la tendencia hacia la guerra. El firme rechazo a la reaccionaria invasión rusa no debe llevar a confusión: el imperialismo no es ningún aliado del pueblo ruso contra Putin (y tampoco del ucraniano). La lucha contra la invasión debe ser una lucha con independencia de la OTAN, con apoyo de la clase obrera y los pueblos oprimidos del mundo contra la guerra.
No es la primera vez que los países imperialistas intervienen a través de ocupaciones militares o envío de armamento y tropas en conflictos: Afganistán, Libia, Irak, Siria y otros países fueron víctimas de esta intervención. Todas esas intervenciones con consecuencias funestas para los pueblos de esos países.
Mientras tanto, ninguna fuerza parlamentaria del Estado español se opone firmemente a la intervención en el conflicto. Desde diferentes posiciones, todas las fuerzas políticas tienen posiciones más o menos abiertamente imperialistas, alabando que la Unión Europea se esté convirtiendo en “una gran fuerza militar” y saludando el rearme imperialista.
En el caso de Podemos, socio de gobierno, salieron a desmarcarse del envío directo de armas. Incluso Pablo Iglesias hizo una crítica fuerte al envío de armas, señalando que solo incrementará las tendencias hacia la guerra en la región y a escala europea. Esto es cierto, sin embargo, han apoyado que sea el fondo europeo el que canalice la ayuda militar, y no se han opuesto al envío de misiones militares de la OTAN al Este de Europa, incluía la misión española.
Si de verdad quieren evitar la guerra y están en contra de la intervención de la OTAN en Europa del Este, deberían defender esto de forma mínimamente consecuente, empezando por romper con el PSOE y el pacto de gobierno.
Nos oponemos firmemente a la invasión reaccionaria de Putin y por eso decimos: ¡Fuera las tropas rusas de Ucrania! Pero esto no implica apoyar la política imperialista de la OTAN y la UE. Al contrario, las políticas del Estado imperialista español solo favorecen la escalada de violencia bélica. Decir un NO rotundo a la guerra también es estar en contra del rearme militarista de la OTAN y los Estados europeos que a tantas tragedias históricas llevaron. |