*Foto tomada de: http://www.congresocambioclimatico.org/Turismo.html
En 1997 se autorizó el cambio de uso de suelo industrial vecinal a habitacional mixto, pero fue con la Ley de Desarrollo Urbano, con Marcelo Ebrard como Jefe de Gobierno en el año de 2010, que se les dejó las puertas abiertas a los empresarios del mercado inmobiliario y desde entonces no han parado con sus mega proyectos a pesar de los problemas que atraen.
Las construcciones de Nuevo Polanco incluyen zonas residenciales, recintos culturales como el museo Soumaya, centros comerciales, entre otros.
A pesar de que estas nuevas construcciones traen consigo muchos centros de esparcimiento y cultura, son lugares que solo una clase es la que tiene acceso a ellos, y si se visita la zona es evidente el contraste entre clases sociales, pues de un lado se puede ver lujosos y enormes edificios que cuentan con alberca, gimnasio privado, vigilancia, etc. y a unas cuadras hay precariedad y marginación.
Un sinfín de problemas
Estos proyectos traen un sinfín de problemas, los vecinos sufren día a día el tráfico que han traído estas construcciones, falta de agua, aumento en el costo del predial y servicios básicos.
Ambientalmente a pesar de haber sido zonas fabriles que contribuían a otro tipo de problemas, ahora con miles de nuevos habitantes en un espacio pequeño, la carencia de agua y el aumento en residuos sólidos son los problemas que más afectaran a estas colonias.
Desde hace varios años, cuando se comenzó la construcción, vecinos empezaron a denunciar todas las anomalías, topándose con procedimientos burócratas y teniendo contestaciones negativas y sin solución de parte de Seduvi (Secretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda), la delegación y del Invea (Instituto de Verificación Administrativa).
Es evidente que la población en el D.F. ha crecido y necesita lugares donde vivir, pero estas nuevas construcciones no van encaminadas a las necesidades de un trabajador, pues un departamento en estas zonas tiene costos exorbitantes. |