El mismo día en que miles marcharemos en todo el país, el congreso nacional estará discutiendo el pacto con el FMI. Todas sabemos que el FMI es un organismo que oprime y saquea a los pueblos. Por eso tenemos que decir bien fuerte “Fuera el FMI de Argentina y América Latina” y por eso tenemos que repudiar y enfrentar el pacto que profundizará la miseria de las familias trabajadoras, sectores populares y en particular de las mujeres.
Este 8 de marzo volveremos a las calles. Es que aún después de conseguir el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, la lista de demandas es larga: seguimos peleando por la efectiva implementación de la ESI, por la separación de las iglesias del Estado y más. Todavía pesa sobre nuestras vidas la violencia y los femicidios, exigimos justicia y no dejamos de buscar a desaparecidas y desaparecides.
Cómo señala la declaración de la ATECh: “paramos para exigir a los Estados provincial y nacional presupuestos acordes a la situación de emergencia por violencia de género; presupuestos que permitan la efectiva aplicación de lo enunciado en la Ley Nacional N° 26. 485 y la Ley Provincial XV N° 26. Lejos de lo necesario, el Gobierno de Arcioni ha proyectado destinar el 0,354 % del presupuesto provincial 2022 a políticas de género”.
Frente a este horizonte hay que unir el camino de las pibas de la marea verde, de las que marchan contra la violencia y los femicidios, de las trabajadoras que pasan al frente y de las que pelean contra el extractivismo. Estas luchas a veces son contra el Gobierno provincial, el nacional, contra las instituciones o las burocracias que pretenden imponer división y un sentido común de resignación. El camino de sumisión frente al FMI que decidió el Gobierno nacional nos impone una lucha común por una salida favorable para las grandes mayorías.
Nos sumamos porque es indispensable hacer escuchar nuestra voz en las calles, nos sobran razones:
Porque somos mujeres trabajadoras, precarizadas, desocupadas, único sostén de hogares, reclamamos un salario igual al costo de la canasta familiar.
Para que el trabajo en nuestros hogares sea reconocido como tal, y romper con las dobles cadenas de sometimiento.
Reivindicamos el ni una menos, denunciando que en lo que va del año 2022, fueron asesinadas 50 mujeres, en manos de un sistema patriarcal y machista.
Nos seguimos preguntando Dónde está Tehuel?, que al igual que miles de desaparecidas sin buscadas por su familia y amigas.
Porque es necesario que se efectivice la ley de aborto en los hospitales públicos, y así evitar miles de muertes de mujeres pobres o de los sectores más postergados, en relación a esto hay un reclamo urgente al cumplimiento de la ESI, en nuestras escuelas. No unimos los pañuelos verdes y celestes. Por eso decimos Separación de la Iglesia y el Estado.
Continuar con la marea verde protagonizada por centenares de adolescentes y jóvenes, la cual es imitada en toda América latina, ese es el ejemplo para conquistar nuevos derechos.
Porque denunciamos las violaciones, perpetuadas por los hijos del poder cómo ocurrió en Playa Unión.
Decimos no al pacto del FMI con el Gobierno, porque equivale a mayor sometimiento de Argentina con el imperialismo, cómo resultado habrá menos presupuesto para salud, educación, planes de vivienda.
Porque somos mujeres que defendemos en cuidado del medio ambiente decimos una vez más no a la megaminería, que trae saqueo y arrasa con los bienes comunes, pero también denunciamos la inacción del gobierno nacional ante los incendios en once provincias, Donde la fauna y la flora autóctona es devorada.
Decimos No a la guerra. Fuera las tropas de Rusia de Ucrania, y fuera las tropas de la OTAN de Europa del Este. No al rearme imperialista. Por una política independiente en Ucrania para enfrentar la ocupación rusa y la dominación imperialista.
No al pacto con el FMI. Ni un peso a la deuda externa. La deuda es con nosotres.
No a la megaminería
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