¿Qué es el Frente de Izquierda y los Trabajadores?
El Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) es una coalición conformada por varios agrupamientos políticos cuyas principales fuerzas son el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y el Partido Obrero (PO), que se define por la independencia política de los trabajadores frente a la burguesía.
En los últimos años adquirió visibilidad internacional por conquistar una ascendente proyección electoral poco común para una alternativa clasista que además, tiene inserción entre los trabajadores de las fábricas y los servicios estratégicos de Argentina.
En su seno, a través en particular de la influencia del PTS, integra una nueva militancia obrera que participó en los últimos años en las más importantes luchas que dieron los trabajadores, como aquella que protagonizaron los llamados “indomables de Lear” contra los despidos masivos de la trasnacional autopartista.
Llama la atención que en México, la izquierda, los intelectuales y sectores progresistas hagan tanta referencia a los proyectos como Syriza y Podemos - el primero en franca crisis por la traición del gobierno de Tsipras que ha aceptado en contra de la voluntad popular los mandatos de la Troika- y no exista ninguna referencia al FIT.
El mismo demuestra que se puede fortalecer y volver viable electoralmente una alternativa independiente que represente el sentir de sectores de trabajadores y populares sin rebajar el programa y las ideas socialistas, mientras se interviene con paso firme en la lucha de clases.
Ya en Izquierda Diario debatimos con intelectuales como John Ackerman, Paco Ignacio Taibo II y Octavio Rodríquez Araujo por su “posibilismo conformista” frente a la emergencia del Morena que, en síntesis plantea que “no hay otra opción posible” para los sectores populares que estar con Morena y que los socialistas somos “utópicos”.
Quizá la nula referencia al FIT no sea por desconocimiento, si no porque cuestiona la hipótesis de que a través del Morena, los “movimientos sociales” tendrán su única representación política “natural” y que cualquier otro camino es imposible.
¿Qué son las PASO y porque el FIT se presenta?
Las PASO son elecciones anticipadas para que las coaliciones y partidos que contendrán en octubre a cargos ejecutivos que incluyen presidente y vicepresidente, de no tener acuerdo en quienes serán sus candidatos, dejen a sus electores la decisión. Las PASO en realidad fueron creadas como mecanismo contra la izquierda ya que se le exige tener un mínimo de 1.5% de votos para participar en la elección general y además es una forma de fortalecer la injerencia del Estado en la vida interna de los partidos.
Por primera vez desde su fundación en 2011, el FIT se presenta a las PASO con dos listas, una conformada por el PTS y Convergencia Socialista (“Renovar y fortalecer el FIT”) y la otra conformada por el PO e Izquierda Socialista (“Unidad”). Esto se dio porque, mientras se estaba discutiendo al interior del frente la posibilidad de una lista común (meses antes el PTS había lanzado a Nicolás del Caño como pre candidato a presidente y el PO a Jorge Altamira), el PO e Izquierda Socialista anunciaron una candidatura común a la presidencia y vicepresidencia, indicando su intención de ir a las PASO en una lista separada a la del PTS. Frente a ello, el PTS propuso una lista unificada con Jorge Altamira para presidente y Nicolás del Caño para vicepresidente y el PO se negó.
Nicolás del Caño, es un joven trabajador precario y estudiante que sorprendió ganando la elección a la prefectura en la ciudad de Mendoza y superando por más de 10 puntos porcentuales al candidato del partido peronista (Partido Justicialista) y se ha convertido en un fenómeno muy conocido por la juventud, el movimiento estudiantil y los trabajadores precarios.
Adquirió visibilidad porque durante su cargo en el parlamento, cobró como una maestra y cedió el resto de su dieta a las luchas obreras. Además, puso el cuerpo en las luchas de la clase obrera en los últimos años y enfrentó la represión en la calle junto a los llamados “indomables de Lear” el año pasado. Por eso, el PTS promovió a Nicolás del Caño como pre candidato para expresar políticamente los aspectos novedosos del ascenso del FIT.
¿Qué es lo nuevo en el FIT?
Se trata de una emergente militancia obrera que ha despertado en Argentina. En la fórmula que encabezan Nicolás Del Caño y Myriam Bregman están representados miles de trabajadores y trabajadoras que durante los años previos dieron duras luchas contra los patrones, la burocracia y el gobierno y hoy han salido de las fábricas a hacer política como verdaderos tribunos de su clase y de los sectores populares.
Son 1800 candidatos a diversos cargos legislativos que han tomado la tarea no solo de luchar por las reivindicaciones de su clase, si no de pelear porque una alternativa independiente y socialista surja como representación política de los oprimidos.
En sus barrios, con sus vecinos, sus compañeros de trabajo, sus familiares, este destacamento de trabajadores, algunos si militantes del PTS pero muchos compañeros independientes, están forjando una nueva militancia política.
En su seno, las listas encabezadas por Del Caño y Bregman, cuentan con la participación de los trabajadores de la trasnacional autopartista Lear, que enfrentaron los despidos en masa de la esta trasnacional autopartista. También integran la lista compañeros de la fábrica ex Donnelley ahora Madygraf, tomada por sus obreros y puesta a producir bajo su control frente al abandono de la patronal. Trabajadores de la ya célebre Zanón, referentes de los recolectores de residuos como Alejandro Vilca, trabajadores de la alimentación, referentes del metro como Claudio Dellacarbonara, profesores y precarios militan en esta lista.
A su vez, la lista “Renovar y fortalecer el frente” ha llevado hasta el final el necesario protagonismo de las mujeres en la política revolucionaria. Por eso, el 60% de sus candidatas son mujeres– y en la capital son el 70%- que están tomando las reivindicaciones contra la violencia de género, el feminicidio, la trata y el derecho al aborto hasta el final.
Hay que mirar al sur
La experiencia del FIT en Argentina merece ser analizada por la izquierda internacional. Es la demostración práctica de que la independencia política de los trabajadores frente a los partidos de la burguesía (sean neoliberales o antineoliberales) no está condenada a la marginalidad. Es además una vacuna contra el escepticismo de aquellos que piensan que la clase obrera es incapaz de forjar una alternativa independiente y que le sea propia.
La combinación de una práctica política que bregue porque el programa socialista llegue a sectores bien amplios del movimiento de masas, porque sus ideas y militantes se hagan populares y empalmen con las aspiraciones populares, la difusión a gran escala de las ideas socialistas –como se está haciendo a través de La Izquierda Diario como red latinoamericana de periódicos digitales socialistas con su sección en inglés “Left Voice” y un diario en francés “Revolution Permanente”- con la inserción orgánica en la clase obrera y la intervención en la lucha de clases, está demostrando su potencialidad.
En México hay que abrevar de esta experiencia ya que, en el terreno político y electoral, el Morena se apuesta a capitalizar la crisis y descrédito de los partidos del régimen con un programa “antineoliberal” al estilo del programa antiajuste de Syriza y Podemos.
Es fundamental que la izquierda socialista, los trabajadores que han dado duras luchas en los últimos años contra patrones, burócratas y políticos, los jóvenes precarios y estudiantes que inundaron las calles en solidaridad con Ayotzinapa, aquellos descontentos con la llamada “clase política” corrupta, represora y aliada del narco, las mujeres que luchan contra el feminicidio, el movimiento LGTB que lucha por sus derechos, comencemos a “mirar al sur”.
Para hacer concreto que sectores abracen la lucha por una alternativa de los trabajadores y la juventud independiente de los partidos patronales y no ser simplemente una “izquierda testimonial”, es fundamental que la izquierda se ligue a la vanguardia obrera y juvenil, construyendo bastiones con influencia política en sectores vivos que, dispuestos a luchar por sus derechos y reivindicaciones, vayan abrazando la perspectiva socialista.
Frente a los escépticos que llaman a votar y militar en Morena porque “es lo posible”, hay que construir en México una alternativa política de los trabajadores y la juventud, que se prepare para intervenir con voz propia en los próximos combates de clase que vendrán y no cedan el terreno electoral a las variantes del régimen o a los “antineoliberales”. |