De esos temas hablamos en la columna sobre noticias internacionales del programa de radio El Círculo Rojo, que se emite todos los jueves de 22 a 24 hs por Radio Con Vos.
El principal tema en la agenda internacional sigue siendo la invasión rusa a Ucrania, y su impacto internacional.
Hoy quería volver al tema pero desde otro ángulo. Qué está pasando en Rusia, algo que muestran poco los grandes medios que generalmente solo muestran lo que dice el gobierno de Putin.
Sabemos que Estados Unidos y los países de la Unión Europea impusieron sanciones, que una serie de bancos rusos quedaron desconectados del sistema internacional de transferencias y que muchas empresas extranjeras cerraron.
Los gobiernos occidentales dicen que esas medidas son para “golpear” a Putin, su gobierno y los empresarios amigos.
Pero se habla poco de qué efecto tiene eso para millones de rusos
La imagen de los últimos días fueron las largas colas para poder comer en McDonald ’s antes de que la empresa cierre todas sus sucursales en Rusia.
McDonald ’s se suma a una larga lista: Coca-Cola, Pepsi, Starbucks, Amazon, Nike, Ikea o Volkswagen y una lista de 300 multinacionales de distintos rubros. Hay algunas marcas que por el momento siguen, por ejemplo Gucci que tiene importantes clientes entre la élite rusa.
Detrás de esos nombres hay otro dato, los miles de empleados que quedan sin trabajo: Ikea tiene 12.000. McDonald’s cuenta con 62.000. PepsiCo suma 60.000, British American Tobacco unas 2.500. Esto sin contar los trabajadores de las empresas ligadas a estas multinacionales.
En las empresas que no cerraron comienza a haber falta de pagos. Un ejemplo se dio en Kazán, donde los trabajadores de la fábrica de Gemont, en su mayoría inmigrantes turcos, hicieron una huelga ante el impago de salarios tras la caída del rublo.
El rublo, la moneda rusa, se devaluó de un cambio que era 83 por dólar a unos 137 por dólar, más de un 60%. En Argentina sabemos el impacto en el salario y las condiciones de vida que tienen una devaluación de ese tipo.
Los empresarios rusos evaden las sanciones usando los mismos mecanismos que usan los empresarios en todo el mundo: paraísos fiscales, trucos legales o testaferros. Los que realmente las sufren son millones de rusos que, además viven las medidas autoritarias de Putin.
El gobierno ruso está aplicando una serie de medidas autoritarias para impedir que se exprese el descontento. Cada movilización contra la guerra termina con miles de detenidos.
Además el parlamento votó leyes que censuran a los medios cuyas noticias no agraden al Kremlin. Hasta 15 años de presión puede recibir un periodista si publica noticias sobre la “operación especial” que no respondan a los parámetros de las autoridades.
Por las imágenes que nos muestran lo que viven los ucranianos, y por lo que están comenzando a vivir millones de rusos, tenemos que oponernos a la invasión rusa en Ucrania pero también oponerse a esta otra forma de guerra, la guerra económica. | 
