Fuí a la marcha del #8M con el colectivo de Pan y Rosas. Honestamente no planeaba ir porque leí los comunicados de Marea Verde y otras colectivas donde mencionaban que sería una marcha separatista y, siendo un hombre trans, no quería molestar/incomodar el espacio de las mujeres cisgénero, pero mis amigas me mencionaron e incluyeron en el grupo de este colectivo y fue lo que realmente me animó.
Estando en la marcha con todas esas personas que apoyan a la comunidad trans (además de otras con comunidades que también son excluídas de los movimientos abolicionistas) y estar rodeado de mis hermanxs trans me sentí poderoso e incluído, pero sobre todo apoyado, lo cual ha sido muy reconfortante ya que no he podido acercarme a la comunidad trans como quisiera y no me siento incluído con los hombres cis por su machismo y el hecho de que constantemente me misgenderean o tratan como si fuese una mujer al no compartir sus actitudes misóginas.
También tuve la oportunidad de hablar sobre mi experiencia como trans y denunciar abusadores sexuales y a la empresa Parque la Ruina por encubrirlos, cosa que honestamente fue súper catártico porque en todo momento me sentí apoyado y sabía que me creían. Por otro lado, escuchar las historias de otrxs compañerxs y poder apoyarlxs aunque sea con un “no estás solx, yo te creo” fue algo triste (por las historias de abuso), pero muy reconfortante al saber que realmente nadie está solx, tenemos una manada, miles de morrxs dispuestxs a pelear por cada unx de lxs presentxs.
Algo que también agradezco infinitamente de esta marcha y experiencia es que por fin me sentí con la confianza de denunciar al hombre que abusó de mí hace unos meses y sé que se debe a todo el apoyo que recibí esa noche.
Muchas gracias a Pan y Rosas por el espacio y a todxs lxs que estuvieron ahí para acompañarme y a todxs mis compañerxs que estaban presentes.
Desde la agrupación de mujeres y disidencias Pan y Rosas, damos la pelea política en las asambleas y espacios de coordinación feministas donde participamos, para que las demandas de las personas trans y LGBTIQ+ sean abrazadas por el movimiento de mujeres. Este 8M hubo convocatorias transincluyentes en Ciudad de México, Puebla, Mérida, Durango, Cd. Juárez, Chihuahua, Monterrey, Oaxaca, Saltillo, Cancun Cd. del Carmen, Mazatlan Tijuana y Guadalajara.
En Hermosillo, a pesar de que la convocatoria inicial fue separatista, impulsamos la participación de colectivos y organizacions queer, trans y LGBTIQ+ en las movilización. Seguiremos luchando por construir la unidad entre mujeres y disidencias, para unir y sumar fuerzas en la lucha contra la violencia patriarcal y capitalista. |