El agua potable en la localidad tomatera y cañera es un problema de arrastre y sin solución de fondo, sin embargo, la irracionalidad capitalista marca: que los 2 terratenientes Bracamonte y Blaquier, tienen resuelto el abastecimiento de agua para irrigar sus campos, pero la comunidad padece la falta de agua potable al tener una planta potabilizadora que no da a basto cada vez que llueve y el río crece.

Desde la madrugada que Fraile Pintado no tiene agua, el argumento luego de lluvias torrenciales y la crecida del caudal del Río Ledesma, es que la planta potabilizadora no da a basto, porque es muy pequeña y se acumula mucho sedimento, barro, enlame, troncos y ramas, pero tampoco los funcionarios de la empresa estatal Agua Potable de Jujuy administrada por el gobierno de Morales ponen todos sus recursos en construir una planta potabilizadora capaz de abastecer a los más de 18 mil habitantes que tiene la localidad.

Mientras la comunidad de Fraile Pintado sufre la falta de agua potable, los pobladores, en su mayoría trabajadores de los campos de caña de azúcar, del citrus y del tomates y pimiento, se chocan a diario con la irracionalidad del sistema capitalista, porque ven la cantidad de bombas de agua para irrigar sus campos con cultivos que tiene la empresa Ledesma SAAI, y también ven que el gobierno provincial de Morales junto al intendente Poncio inauguran bombas de agua para la irrigación de los campos con cultivos de tomate, pimiento y chaucha de los arrendatarios que alquilan hectáreas a la familia terrateniente Bracamonte.

Observando está contradicción, un hijo de obrero de Ledesma oriundo de Fraile Pintado y joven trabajador de la madera, está mañana sacaba la conclusión "No hay agua en Fraile, que onda el municipio que no pide activar las bombas de aguas que usa Ledesma SAAI para riegos, la gente necesita agua para higienizarse. No se les cae una idea".

Las prioridades del gobernador Morales es garantizarle la propiedad de la tierra y recursos no renovable como el agua a Blaquier de Ledesma SAAI que concentra 160.000 hectáreas en Jujuy y los Bracamonte que tienen 25.000 hectáreas, y el pueblo trabajador que padezca la falta de agua, que quizás mañana o pasado mañana va a enviar personal de Agua Potable de Jujuy para ponerle parches al problema de fondo.

Para nosotros se trata de invertir las prioridades, y que las necesidades sociales y básicas de la comunidad, como la provisión permanente de agua potable, estén por encima, del lucro y negocio de los millonarios dueños de la tierra en Jujuy.