El Mercado Municipal “6 de Agosto” inaugurado en 1937 y que continúa en funcionamiento en la esquina de las calles Alvear y Balcarce de San Salvador de Jujuy será remodelado por lo que desde el municipio solicitaron a los puesteros que trabajan ahí desalojar el espacio. Los comerciantes denuncian que no hay garantías de continuidad laboral.
El Mercado Municipal “6 de Agosto” fue inaugurado en 1937 continúa en funcionamiento en la esquina de las calles Alvear y Balcarce de San Salvador de Jujuy. Un edificio histórico en el que se encuentran 25 puestos de comidas y ventas de los que dependen 53 familias.
Desde hace varios años se promocionan obras para mejorar el mismo; en 2018 por ejemplo, Raúl "Chuli" Jorge, intendente de la capital anunció obras con un plazo de 60 días para la construcción de "baños, baños para discapacitados, escaleras, rampas y ascensores, con el objetivo de trabajar en pos de una ciudad más accesible". La realidad es que se construyó un baño, que fue inaugurado con la presencia de Gerardo Morales, pero que está fuera de funcionamiento; se realizó también un hueco dónde debería estar el ascensor anunciado, pero no se finalizó esa obra. No fue la primera vez que se les mintió a los puesteros, que sostienen que es necesario refaccionar y mejorar las instalaciones; años antes se había prometido remodelar el piso superior, suponiendo la continuidad laboral de quienes allí estaban, pero al día de hoy permanece cerrado y varias familias perdieron su lugar de trabajo.
En diciembre de 2021 se dio un nuevo paso adelante, el gobernador Gerardo Morales, junto al Intendente y a partir de un nuevo acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), anunciaron nuevamente que el edificio histórico será remodelado "como parte de un gran plan provincial para la restauración, construcción y puesta en valor de importantes edificios y espacios verdes de la provincia" según data en el parte de prensa oficial.
Se planifica que las obras inicien en abril de este año, por lo que desde el municipio solicitaron a los puesteros que trabajan ahí que desalojen el edificio hasta marzo. Pero los comerciantes denuncian que no hay garantías de continuidad laboral; que si bien el Director de Mercados Municipales, Hernán Rosa Larrieu, les propuso la reubicación en otro mercado o el otorgamiento de subsidios, lo cierto es que no hay documentos que les garanticen que podrán mantener sus fuentes de trabajo durante los meses que dure la obra.
"Nos notificaron que tenemos que desalojar en 30 días, son pocos días para trasladarnos. Necesitábamos un tiempo prudente para establecernos en las alternativas que nos dio la Municipalidad. Ellos nos hablan de la posibilidad de acceder a puestos en otros mercados o recibir un subsidio, para nosotros lo importante es seguir trabajando y estar seguros de poder llevar el el pan cada día al hogar", comenta uno de los puesteros.
"Hace 25 años que trabajo acá. Me parece bien que quieran remodelar el lugar, pero no compartimos el accionar que tuvieron de darnos una notificación de desalojar en 30 días. No tenemos tiempo para analizar la situación en la que estamos, ni para pensar que hacer. Nos dicen que nos tenemos que ir, sino nos amenazan con multas", señaló otra joven trabajadora.
El Director de Mercados se presentó dos veces, con una notificación de desalojo y anunciando que según el informe de la Secretaría de Obras Públicas el edificio está catalogado como de alto riesgo de derrumbe, por lo que las obras se tornan imprescindibles y que deberá ser desalojado completamente para poder avanzar con los trabajos. Pero a las y los puesteros, que en algunos casos llevan 50 años trabajando en el lugar, no les dan el derecho a poder acceder a dicho informe, al proyecto de remodelación ni a ninguna información sobre la obra. Según relatan solicitaron una reunión con el equipo técnico que llevará adelante la obra para poder realizar consultas y saber cómo será el trabajo; pero se les negó esa posibilidad.
Otro elemento es que los únicos documentos son los referentes al desalojo. Las propuestas de reubicación en otros mercados, o incluso la de la posibilidad de subsidiar a quienes no puedan reubicarse, son sólo promesas al viento. Esto no es menor, ya que muchos de ellos entienden que sin poder acceder a la información sobre la obra y sin conocer las condiciones en las que podrán regresar a sus lugares, no existen garantías de que se respetaran sus derechos. Los antecedentes de obras incompletas o de promesas por parte del gobierno provincial y municipal los han visto en el pasar de los años y por eso es que temen perder sus fuentes de trabajo.
El concejal capitalino del PTS-FIT, Gastón Remy, se apersonó al conocer del conflicto latente para conocer la situación y se entrevistó con diferentes puesteros que le comentaron sobre su problemática; por lo que anunció presentará un pedido de informe para que puedan conocer los pormenores del proyecto y avanzar en garantizar el derecho al trabajo de cada familia afectada.