El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundió hace instantes que la variación que registró el Índice de Precios al Consumidor en el mes de febrero fue de 4,7 % respecto de enero y 52,3 % interanual. Los precios acumularon un alza de 8,8 % en el 1° bimestre del año.
Los Alimentos y Bebidas no alcohólicas con 7,5 % mensual fue la división "de mayor aumento del mes a nivel nacional, además de ser la de mayor incidencia en todas las regiones: en el promedio, aportó más de 2 puntos porcentuales a la suba del Nivel general. Transporte (4,9%), impulsada principalmente por la suba de los combustibles, fue la segunda división de mayor incremento, seguida de Equipamiento y mantenimiento del hogar (4,4%)", indica el informe.
"Dentro de la división Alimentos y bebidas no alcohólicas, lo que más influyó fue la suba de Verduras, tubérculos y legumbres (en algunas regiones mostró alzas superiores al 20%), donde se destacó la suba del tomate, la lechuga, la papa y la cebolla, entre otras. También sobresalió dentro de la división el alza de Frutas, Leche, productos lácteos y huevos, Pan y cereales y Carnes y derivados", destaca el organismo. Estos rubros son precisamente los de mayor proporción dentro de la canasta de consumo de los sectores de menores ingresos.
En términos interanuales, los Alimentos y Bebidas no alcohólicas ya acumulan un 55,8 %, mientras que sólo en los dos primeros meses del año suman un promedio de 12,8 %. Un verdadero ataque a los ingresos de las familias trabajadoras.
Este mismo martes, más temprano había sido el propio el presidente de Alberto Fernández quien se había referido a este tema al prometer que a partir del viernes, un día después de la apuesta oficial de que el Senado convierta en el ley la media sanción de diputados del proyecto de ley de acuerdo con el Fondo, "arranca la guerra contra la inflación.
La inflación es uno de los mecanismos privilegiados que el Gobierno y el FMI han adoptado para continuar el ajuste sobre los asalariados y los sectores populares, así como de las partidas del gasto social. En 2021 la masa salarial de los trabajadores y trabajadores retrocedió por cuarto año consecutivo. Si bien el año pasado el mayor “logro” de Alberto Fernández fue el amesetamiento de la caída del salario real, la pérdida acumulada es aguda y arrastra a miles de familias a perforar la línea de pobreza.
En diciembre de 2021 el poder de compra del salario en el sector registrado privado se encontraba 20 % por debajo de su nivel de octubre de 2015 y en el sector público el retroceso fue del 27 %. Entre los informales, comparado diciembre de 2021 con octubre de 2016, la baja del poder de compra del salario era de casi 28 %. Estos números muestran que era cierta la definición de la izquierda de que es incompatible mejorar las condiciones de las mayorías trabajadoras al mismo tiempo que honrar a los lobos de Wall Street y al FMI.
El acuerdo del Gobierno con el FMI, que va unido al Programa de Facilidades Extendidas por U$S 45.000 millones aprobado en Diputados y se discute esta semana en Senadores, prevé un escenario inflacionario por los próximos tres años, a pesar de las supuestas voluntades para frenar los precios. Para 2022 el Memorando proyecta un rango de inflación entre 48,0% y 38,0% interanual en diciembre, de 42,0% a 34,0% interanual en 2023 y de 37,0% a 29,0 interanual en 2024.
De esta forma, aún en el "mejor escenario", lo que el Gobierno y el FMI auguran es una inflación por las nubes. Por el contrario, la meta para los salarios es la vieja receta de la "productividad", sin metas explícitas de recuperación del salario real pero sí esta vez bajo la edulcorada fórmula de "salarios que evolucionen al ritmo de crecimiento de la economía", otro eufemismo para poner un límite a los salarios.
Es necesario poner un punto final a la dinámica inflacionaria, empezando por la pelea por paritarias que incluyan una actualización automática de salarios y jubilaciones mensualmente según el ritmo de los precios, y un salario mínimo que no puede ser inferior al Costo de la Canasta Familiar, estimado en $ 128.000 para un hogar de dos adultos mayores y dos menores según la junta interna de ATE-Indec.
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