Este 24 de marzo, se cumplen 46 años del golpe militar, ecleciastico y cívico del 76, que llevó adelante un genocidio para terminar con toda una generación de estudiantes, obreros y luchadores que cuestionaban el capitalismo y luchaban por otra sociedad. ¡Son 30.000 los desaparecidos y siguen presentes!
Pero este nuevo aniversario se da en un momento donde el peronismo del Frente de Todos junto a la oposición macrista votaron en Diputados un nuevo acuerdo para someter el país a los intereses del FMI e hipotecar nuestro futuro. De esta forma convalidan la estafa de Macri y deciden seguir pagando una deuda ilegal que comenzó con la dictadura militar y que el pueblo trabajador pagó siempre con hambre y sangre.
En la actualidad el 40% de la población y el 70% de los niños son pobres, el 60% de la juventud padece la precarización y los salarios de los trabajadores siguen perdiendo frente a la inflación (que seguirá creciendo puesto que el ajuste del Fondo llegará por dicha vía). La salud y la educación pública vienen siendo desfinanciadas desde el 2016 bajo el macrismo y en lo que va del gobierno de los Fernández. Para el 2021, el recorte en presupuesto educativo fue del 6% mientras que para este año fue de un 7%. En este largo período los sindicatos docentes acordaron paritarias por debajo de la inflación y las consecuencias empiezan a verse con la reducción de comisiones, la implementación de cupos restrictivos, becas insuficientes, entre otros.
El kirchnerismo: del dicho al hecho, hay un largo trecho
En Diputados se configuró una nueva arquitectura política. Por un lado, el peronismo de Massa, el albertismo y el Larretismo para ir juntos detrás del FMI. Por otro lado, un sector del mismo Frente de Todos acordó abstenerse y rechazar en un intento por despegarse y no pagar los costos políticos del ajuste que traerá el acuerdo. Y finalmente, el Frente de Izquierda que fue la única voz independiente y consecuente que rechazó el acuerdo en el recinto y en las calles.
El kirchnerismo y Patria Grande (en las universidades conocida como La Mella) a pesar de mostrarse disidentes, fueron parte del ajuste llevado a cabo por la coalición gobernante que aún integran (porque el ajuste a los jubilados y la quita del IFE lo votaron Todos Juntos). Ensayaron un discurso de rechazo al acuerdo pero no movieron un dedo para enfrentarlo en las calles que es el lugar donde los grandes poderes escarmientan. Y es en los sindicatos como la CTA y gran cantidad de centros de estudiantes que conducen dónde está la fuerza para enfrentar y derrotar los planes de ajuste del FMI. Pero las verdaderas intenciones del kirchnerismo no son frenar o derrotar el ajuste sino mantener posiciones en la interna por el 2023 mientras dejan correr el ajuste.
Organizar la fuerza en asambleas para ganar las calles
Frente a la pasividad que imponen las conducciones kirchneristas y alineadas con el gobierno, quienes nos reivindicamos de izquierda debemos convocar al resto de los estudiantes a organizarnos para salir a enfrentar este nuevo pacto de extractivismo, miseria y hambre. A diferencia del rol cómplice que juega el kirchnerismo en los sindicatos y centros de estudiantes manteniendo paralizado al movimiento estudiantil, la izquierda y quiénes nos oponemos consecuentemente a este nuevo pacto de coloniaje debemos exigir y convocar asambleas en las casas de estudios para preparar la fuerza y ganar las calles este 24 de marzo.
Es por esto que invitamos a la conducción del CETS, del Ya Basta y Las Rojas, a convocar asamblea y organizarnos para ganar las calles este nuevo aniversario por Memoria Verdad y Justicia, por los 30.000 y contra el pacto del gobierno con el FMI que festeja la oposición macrista. |