Fue una semana intensa. En tres días conocimos los angustiantes datos del aumento de precios, la estafa del Consejo del Salario, se terminó de concretar en el Senado el pacto con el FMI y este viernes comenzaría la “guerra contra la inflación”. ¿Qué medidas tomará el Gobierno el fin de semana? ¿Qué impacto tendrán? Es difícil anticiparse, más fácil es sospechar que no cambiarán lo que pasa arriba de la mesa popular.
Pero en las últimas horas se conoció que entre las iniciativas se encuentra una reunión en Casa de Gobierno que reunirá a dirigentes de la CGT, las CTA y movimientos sociales oficialistas, junto a funcionarios y empresarios. ¿Para qué? Lo resumió Héctor Daer: “para empezar a conversar toda esta situación. Para encontrar así un tránsito hacia la formalización de acuerdos que permitan en nuestro país ir bajando el proceso inflacionario que viene deteriorando día a día los ingresos de los trabajadores, jubilados y todos los sectores tienen ingresos fijos”.
¿Para conversar esta situación? ¿Un tránsito hacia la formalización de acuerdos que permitan ir bajando el proceso inflacionario…?
Entre los tambores de guerra que acompañan las declaraciones de Alberto Fernández y el tono “conversador” y “acuerdista” de Daer hay una distancia, al menos discursiva. Antonio Caló en cambio se la creyó. “Voy a acompañar al Presidente en la guerra contra la inflación” dijo. Y enseguida cantó retruco: “Si alguna empresa no cumple con el acuerdo de precios, hay que expropiarla”. Se ganó varios titulares en los medios. Por las dudas aclaró “no soy de izquierda”. Lo sabíamos Antonio.
Otro de los invitados para el lunes será Hugo Yasky, de la CTA de los Trabajadores. Dijo que reunión es para avanzar en “un tipo de acuerdo que permita transversalizar entre el sector empresario, trabajadores y Gobierno para algunas medidas que se puedan tomar” (BAE Negocios).
¿Transversalizar? Los dirigentes sindicales no paran de poner palabras complicadas para intentar ocultar que más que una "guerra" lo que se viene es un nuevo pacto contra el bolsillo popular. ¿O usted que espera de una "conversación" entre Martín Guzmán, Daniel Funes de Rioja y el "compañero" Daer? En el 2021 hicieron la misma farsa y ya vimos los resultados.
Pero además ya mostraron las cartas hace solo dos días en el vergonzoso Consejo del Salario. Allí acordaron un salario mínimo que de “vital” no tiene nada. Quedó por debajo de la línea de indigencia que anunció el gobierno horas más tarde. Ni ese recaudo tomaron.
La historia de los pactos entre el Estado, los empresarios y la burocracia sindical tienen un resultado infalible: siempre pusieron a los salarios reales como variable de ajuste. Ahora no será distinto: la única “guerra” es contra nuestros bolsillos.
Hay que rechazar ese nuevo pacto social, o como quieran llamarle, y exigirle a los sindicatos que convoquen asambleas y un plan de lucha para pelear por un aumento de emergencia para recuperar lo perdido, un salario que cubra la canasta familiar, trabajo con derechos para todos y todas. |