El 14 de marzo, docentes universitarios de 14 secciones pertenecientes al Sindicato de Personal Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (SPAUAZ) se concentraron y manifestaron en la sede del mismo, en demanda de la renuncia de José Juan Martínez Pardo, secretario general, ya que afirman que firmó un convenio de desistimiento de la huelga, a espaldas de lxs trabajadorxs, sin consultar a la base sindical.
Argumentan que Martínez Pardo incurrió en diversas irregularidades, pues a mediados del mes pasado concluyó el emplazamiento a huelga con Rubén Ibarra Reyes, rector de la Universidad, sin consultar al comité ejecutivo, a los delegados, la asamblea general, ni mediante plebiscito. Todo lo anterior, incluso aun cuando la asamblea general había rechazado las propuestas de la patronal.
Por lo anterior, demandan la renuncia del secretario, debido a que no cumplió con lo estipulado en la ley, relativo a la opinión de la base sindical, pues no se consultó antes de su aceptación. Por lo que, una vez firmado, concluye el emplazamiento mediante una imposición a las y los trabajadorxs, expresada en el pacto traidor del dirigente sindical y la patronal universitaria.
Las y los docentes denuncian que lo único que se tenía planeado es realizar un plebiscito fraudulento posteriormente a la traición. Además, señalan que está comprobado que el secretario es afín a la patronal y se puso de acuerdo con las autoridades para firmar el convenio y parar la huelga e incluso coincidieron en eliminar el Punto Once de la Cláusula Cuarta, que dice, “depositar el contrato en un plazo de quince días” y con ello atacaron el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) a puertas cerradas.
Por ello es que las y los trabajadores buscan la destitución inmediata del secretario general en defensa de sus derechos colectivos.
El caso del SPAUAZ permite analizar la democracia sindical de la LFT
Este caso particular, permitirá explicar el procedimiento de elección de la directiva sindical y abre el cuestionamiento ¿hubo cambios en la reforma laboral de la 4T en este tema? ¿realmente se garantiza la democracia con el solo hecho de que la legislación contemple una elección?
En primer lugar, sobre la elección misma de la directiva sindical, el artículo 364 Bis de la Ley Federal de Trabajo (LFT), producto de la reforma laboral de 2019, señala que en la actualización de las directivas sindicales deben observarse los principios de democracia. De igual manera, la actualización de la directiva, se expide a diez días de presentada la solicitud, para no dejar en indefensión al sindicato.
Este mismo artículo refiere que, en materia de registro y actualización sindical, la voluntad de los trabajadores y el interés colectivo prevalecerán sobre aspectos de orden formal, es decir, sobre procedimientos.
Asimismo, el artículo 358 del mismo ordenamiento señala que, los miembros de los sindicatos cuentan con los derechos de libre afiliación y de participación al interior de éstos, los cuales implican entre algunas garantías, que los procedimientos de elección de sus directivas deberán salvaguardar el pleno ejercicio del voto personal, libre, directo y secreto de los miembros, así como ajustarse a reglas democráticas. El periodo de duración de las directivas no podrá ser indefinido o de una temporalidad tal que obstaculice la participación democrática de los afiliados, y tampoco podrá ser lesivo al derecho de votar y ser votado.
En segundo lugar, respecto a la revisión del CCT y la democracia sindical, el artículo 390 Ter, menciona que, para el registro de un contrato colectivo inicial o un convenio de revisión, el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral verificará que su contenido sea aprobado por la mayoría de los trabajadores cubiertos por el mismo a través del voto personal, libre y secreto.
En síntesis, los principios que se recogen en la LFT corresponden más a la democracia electoral. Sin embargo, a esta se le antepone la democracia de los trabajadores que implican no limitarse a aspectos formales, sino que los asalariados tengan toda libertad de acción y decisión respecto a la elección de sus dirigencias, sin supeditarse tampoco a las instituciones. Es decir, con las disposiciones de la LFT se deforma el significado de la democracia sindical, porque se le equipara y reduce con la democracia electoral.
Ante este panorama, la "democracia sindical" de la LFT se centra en quitar y poner direcciones subestimando la organización política de los trabajadores. Además, pareciera que la disputa se concentra entre sectores de trabajadores, como la posibilidad de que diversos sindicatos existan pero que se disputen por la titularidad del CCT. Evidentemente esta división desvía del objetivo principal, exigir al verdadero responsable de las condiciones laborales de las y los trabajadores el cumplimiento de sus demandas.
Tal es el caso del SPAUAZ, que permite observar que la patronal han ido avanzando en el ataque a los derechos laborales y colectivos con la abierta complicidad de la dirigencia sindical, en caso del sector educativo se ha expresado este avance patronal en el IEMS, el SUTUACM, en los Telebachilleratos de Oaxaca, UAM, UAEM, UNAM, en los que se ofrecido magros aumentos y se han perdido importantes conquistas.
En este sentido, ¿cuál es la salida frente a una legislación que no garantiza de fondo la democracia sindical? Sería un importante paso si, luego de lograr la destitución del charro, las y los trabajadorxs del SPAUAZ, buscaran una verdadera democracia sindical partiendo del principio de independencia política del Estado y sus instituciones, con predominio de la organización de base que imponga al Estado que saque sus manos de los sindicatos. Que deje de impulsar y sostener a las burocracias sindicales, para poder controlar y atenazar a la clase trabajadora.
Y es que, aunque sea otro sector de trabajadores, con el ejemplo de las y los obreros de General Motors que echaron a la burocracia de la CTM, comienza a quedar claro que, allí donde se logró echar a los charros, fue donde la fuerza independiente de las y los trabajadores se logró imponer prevaleciendo sus intereses, y al parecer las y los profesores de Zacatecas, están dispuestos a lograrlo también.
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