El ministro de Economía, Martín Guzmán, y el presidente del Club de París, Emmanuel Moulin, acordaron este martes una nueva extensión del entendimiento alcanzado en junio del 2021, para los vencimientos que la Argentina tiene con este foro de países.
El Gobierno y ese consorcio de naciones acreedoras seguirán las negociaciones para una reestructuración después de que el directorio del FMI apruebe el nuevo programa financiero. De esta manera, Fernández convalida otra estafa, una deuda que tiene su origen en la dictadura militar.
Entre los puntos centrales, el nuevo entendimiento entre la Argentina y el Club de París tendría una "ventana de tiempo" de dos años y medio, donde se deberán realizar pagos manera “proporcional” a lo que lo haga hacia otros acreedores bilaterales. Esto fue una exigencia de algunos miembros del Club, que reclamaban que ese foro no tenga una desventaja en relación con otro prestamista de la Argentina.
También el Gobierno tendrá que negociar con este grupo de países los plazos y tasas de interés para que la Argentina pague cerca de U$S 2.000 millones que es el monto de la deuda.
En un comunicado el Ministerio de Economía anunció que “Argentina el 22 de junio de 2021 se había comprometido con el Club de París a alcanzar un acuerdo con el FMI antes del 31 de marzo de 2022. Así, el país logró un puente de tiempo, evitó el default y obtuvo un alivio financiero de USD 2000 millones con este grupo de acreedores mientras seguía negociando con el Fondo”.
El texto indica que “las partes se comprometieron a concluir el proceso de modificación definitiva del Acuerdo definido en la “Declaración Conjunta de 2014” antes del 30 de junio del corriente año”.
Además, el documento señala que el acuerdo con el Club de París “representa un respaldo al programa de Facilidades Extendidas durante los dos años y medio de vigencia”.
Honrar la deuda ilegal
La deuda con el Club de París pegó un salto con la dictadura cívico militar que dio el golpe el 24 de marzo de 1976. Alejandro Olmos Gaona, historiador y especialista en derecho internacional, detalló que el stock de deuda proveniente de la dictadura fue de U$S 6.418 millones. Dicha deuda se refinanció en el año 1992, y se sumaron otras obligaciones contraídas por el gobierno de Menem.
Claudio Lozano, director del Banco Nación, en su libro “La Deuda Ilegítima” explicó que en 2014 durante el Gobierno de Cristina Fernández se firmó un acuerdo con el Club de París por un monto total de deuda de U$S 9.700 millones, cuando en sus propios registros previos la misma era de U$S 6.725 millones. El economista cuestionó dos aspectos: que se reconoció la deuda sin investigación previa, siendo que “una parte importante de la misma procede de compromisos adquiridos por la última dictadura militar con acreedores oficiales”, esto fue reconocido por el entonces ministro de Economía Axel Kicillof; el segundo punto es que hubo un “incremento de deuda con el Club de París, como consecuencia de este arreglo, del orden de 3.611 millones de dólares, sin autorización del Congreso Nacional”.
Alejandro Olmos Gaona advirtió que en dicho acuerdo las negociaciones que se efectuaron fueron secretas y que los pasivos incluidos también lo fueron, “no se conoce el detalle de los créditos reclamados y el nombre de las empresas privadas involucradas, cuyas deudas asumiera el Estado Nacional”.
Como sucedió con el acuerdo con el FMI, el Gobierno busca un nuevo pacto con el capital financiero internacional sin realizar ninguna investigación de la deuda. Con la postergación de los vencimientos, sólo se aplaza la hipoteca. Las consecuencias de pagar volverán a recaer sobre el pueblo trabajador, cada dólar que se destina a la deuda implica menos recursos para salud o educación. Hay que rechazar el acuerdo del Club de París y del FMI y movilizarse por el desconocimiento soberano de la deuda.
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