A 196 años de la muerte de Ludwig van Beethoven, el compositor alemán que fue uno de los grandes revolucionarios dentro de la música clásica, presentamos una selección de algunas películas que utilizaron sus fuertes melodías como parte de su banda sonora o que lo tomaron como tema en sus tramas.
Si hablamos de música clásica, aunque no entendamos nada, hay algunos nombres que son casi universales: Mozart, Bach y el gran Ludwig van, tal como lo llama Alex, el protagonista de La naranja mecánica, a su compositor preferido. Beethoven nació en Alemania en 1770, fue uno de los músicos más importantes de la historia de la música y su período de actividad abarcó desde el Clasicismo hasta los comienzos del Romanticismo. La manera en que juega con los estados anímicos mediante el uso de varios contrapuntos es una de las características más distintivas de sus composiciones, que revelan también su propia personalidad.
Compuso nueve sinfonías, nueve conciertos para uno o más instrumentos solistas y orquesta, treinta y dos sonatas para piano, diez sonatas para violín, cinco para violonchelo, cinco obras para quinteto de cuerda y más de una docena de obras para varias combinaciones de instrumentos de viento entre muchas otras, llegando a un total de 340 obras. En los inicios de su etapa creativa empezó a padecer una sordera que se fue agravando hasta convertirse en total. Falleció un 26 de marzo como consecuencia de una cirrosis hepática pero hasta el día de hoy su música sigue estando bien presente en la cultura popular.
1) A Clockwork Orange (Stanley Kubrick, 1971)
Tal como lo adelantamos, el protagonista de La naranja mecánica ama la música de Beethoven, en particular la Novena Sinfonía, una de las obras más trascendentales, importantes y populares de la música y el arte. Desde 1985 es el himno de la Unión Europea y desde 2001 forma parte del Registro de la Memoria de la UNESCO. Al momento de su estreno, el compositor ya estaba sordo y para dirigirla se valió de la lectura, por lo que se comenta que cuando finalizó el último movimiento los músicos de la orquesta le tuvieron que llamar la atención para que se diera vuelta y así poder ver la ovación del público.
2) Inmortal Beloved (Bernard Rose, 1994)
Gary Oldman personificó al músico en esta versión libre de la vida de Beethoven basada principalmente en uno de los grandes misterios que rodeó su vida: poco después de su muerte, fue encontrado en un cajón un borrador de 10 páginas escritas a lápiz para alguien a quien se dirigía como “mi Amada Inmortal”. Todo el torbellino de las pasiones del compositor estaban expresadas en esas líneas y el sentimiento parecía ser recíproco. En ningún momento se menciona su nombre y su identidad fue motivo de varios debates. En esta película, se concluye que esta persona era nada menos que su cuñada, aunque esta teoría fue bastante desmentida.
3) Leon (Luc Besson, 1994)
“Me gustan estos pequeños momentos de calma antes de la tormenta. Me recuerda a Beethoven. ¿Podés oírlo? Es como cuando ponés tu cabeza en el pasto y podés escuchar el crecimiento y podés escuchar los insectos. ¿Te gusta Beethoven?” La frase pertenece a Norman Stansfield, el corrupto agente de la DEA obsesionado por el músico que interpreta Gary Oldman, esta vez en “El perfecto asesino”. Protagonizada además por Natalie Portman y Jean Reno, con el tiempo se convirtió en una película de culto.
4) Fantasia (Walt Disney, 1940)
Considerada una de las películas animadas más importantes, ambiciosas y experimentales de toda historia del cine de animación, la original idea de la ilustración de fragmentos de música clásica la convirtieron en una gran obra de arte. Uno de ellos es la Sexta Sinfonía de Beethoven, conocida también como Pastoral, que lleva por subtítulo Recuerdos de la vida campestre. En la película, la escena está protagonizada por dioses y figuras de las mitologías griega y romana.
5) The Man Who Wasn’t There (Joel y Ethan Coen, 2001)
Coproducida de forma independiente a través de productoras estadounidenses y británicas, la banda sonora de la película neo noir escrita, dirigida y producida por los hermanos Coen son básicamente algunas de las sonatas para piano de Ludwig van Beethoven como la Patética (Sonata N°8) y el Claro de luna (Sonata N°14) entre otras.