Un mes después de cumplirse dos años del asesinato de Carlos Bocacha Orellano y en vísperas de una nueva audiencia que se llevara a cabo para revisar las medidas cautelares, los familiares, amigos y organizaciones sociales se movilizaron esta tarde desde Plaza 25 de Mayo hasta el boliche Ming.
Esta tarde, los familiares, amigos y organizaciones sociales se concentraron en la Plaza 25 de Mayo para movilizarse hasta la avenida Belgrano, frente al boliche Ming, donde fue asesinado el joven trabajador Carlos Bocacha Orellano, en manos de la policía.
La columna estaba encabezada por la Asociación Civil Carlos Bocacha Orellano, sus padres, sus hermanos y sus primos, y acompañada por una enorme bandera auriazul de Rosario Central de fondo. También participaron familiares de otras víctimas del fuerte entramado que articula a la policía, narcotráfico, jueces, fiscales y al poder político. Estaba presente Julieta Riquelme, hermana de Jonatan Herrera, así como los padres del joven Walter Mena.
Finalmente la jornada finalizó con la lectura del documento de la convocatoria, donde la oradora destacó que “despues de dos años de lucha, con miles de trabas en el camino, la justicia santafecina sigue sin dar respuestas adecuadas que la familia necesita y busca. Seguimos tropezando con las mismas piedras que construyen un muro de impunidad para quienes son los verdaderos responsables de la desaparición y asesinato de Carlos Bocacha Orellano”.
La causa de Bocacha Orellano no es la única que está paralizada en la justicia. Walter Mena es un trabajador humilde de una de las más importantes metalúrgicas de la ciudad de Rosario. Se movilizó esta tarde con la cara estampada de su hijo en una remera y la leyenda: “Justicia por mi hijo”. En 2016 sufrió balaceras amedrentadoras contra su casa de zona sur en varias oportunidades por un terreno aledaño con importantes narcos de renombre de la ciudad, que buscaban construir un nuevo búnker allí. Tuvieron que mudarse del barrio donde habían vivido más de 50 años, sin poder venderla porque el acoso a los nuevos dueños era constante, perdiendo todo, a pesar de las múltiples denuncias que la familia Mena hacía en Fiscalía y en la policía. Luego fue asesinado su hijo Walter de 26 años en la madrugada del 2 de octubre en Mitre y Montevideo.
La causa de su asesinato se encuentra totalmente paralizada. Walter padre denuncia a la fiscalía. Cuenta que el asesino de su hijo “se entregó solo y lo hizo con un cuadro depresivo, esa es la explicación que me dió Marisol Fabbro (fiscal de la causa)”. Por lo tanto aún no hay penas firmes. “La causa no avanza nada, quedó todo encajonado”. Finalmente reflexiona “esto me pasa a mi por ser metalúrgico, por ser electricista, porque no soy narco. Cuando uno no tiene recursos y es operario, la justicia lo mira de otra manera.”