Un trágico incendio sacudió al Barrio Cabezas y a la región. En la tarde de este jueves, una niña y dos niños de 9, 6 y 4 años jugaban en un pequeño remolque dónde había un colchón y elementos inflamables. El fuego avanzó rápidamente y fueron estudiantes de la UNLP quienes primero se acercaron a asistir a las familias desesperadas por la situación, ante la demora de una ambulancia que nunca llegó. El fuego terminó con la vida de dos pequeños mientras que uno se encuentra en grave estado.
En el Barrio José Luis Cabezas habitan alrededor de 400 familias y hay una importante comunidad migrante. La mayoría cuenta con trabajos informales, en cooperativas, comedores, vendiendo ropa, haciendo limpieza o changas. Viven en condiciones de hacinamiento, sin agua potable ni cloacas. Las familias afectadas por el incendio habitan allí hace más de 20 años.
El Barrio se encuentra en el límite entre las localidades de Berisso y Ensenada, pero en todos estos años ninguno de los gobiernos municipales, ni los gobiernos provinciales resolvió alguno de los problemas estructurales que padecen todos los días. Frente a esto, son las propias familias las que se organizan para mantener la limpieza y cuidar el barrio.
Las muertes de los niños eran evitables. Son vidas que se pierden a causa de la precarización, la falta de trabajo y viviendas dignas. El Estado es responsable. |