"La inflación de las y los trabajadores se disparó al 6,8% en marzo. Al igual que en febrero, la suba de alimentos volvió a ser la gran causa detrás de la suba del nivel general de precios, con alzas promedio del 9%". Así lo afirma un estudio encargado habitualmente por la CGT.
Una cifra como esa no se registraba desde el salto devaluatorio de agosto de 2018.
La medición es realizada por la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), con su Índice Estadístico de los Trabajadores (IET), y por el Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD).
El informe aclara que “con este dato, la inflación alcanza el 16,1% en el primer trimestre del año para el nivel general, y acumula en alimentos un 22,8% en los primeros tres meses".
El informe reconoce que los aumentos están traccionados por las subas en pan y cereales, así como también las carnes vacunas y el pollo. Pero también tuvieron un fuerte aumento los lácteos (8,4%), dulces (8,1%), pescados (8,0%), aceites y grasas (7,3%), e infusiones (6,7%).
Además de los alimentos, la mayoría de los capítulos de la canasta subieron por encima del 5%: Comunicaciones (+6,8%), Transporte (+6,6%, por autos y naftas), Vivienda (6,1%, por subas en electricidad), Otros (+6,1%), Indumentaria y calzado (+5,7%) y Recreación y Cultura (+5,7%). Solo Salud (+4,3%), Equipamiento y mantenimiento del hogar (+4,1%) y Educación (+1,9%) estuvieron por debajo del 5%.
El resumen estadístico termina con una afirmación preocupante, que desmiente el “optimismo” de recientes anuncios del gobierno. “La reducción de la pobreza durante la última parte de2021 probablemente se haya frenado en los primeros meses de 2022. Si bien la actividad económica, industrial y del empleo han mostrado señales positivas en los primeros meses de este año, la escalada inflacionaria – y particularmente de los alimentos- permiten prever un nuevo golpe a los ingresos reales de la población, con sus impactos negativos en materia de pobreza e indigencia”.
Parece que la “guerra contra la inflación” que anunció Alberto Fernández estaría fracasando. O en realidad, la estarían ganando las grandes empresas, destruyendo el bolsillo popular.
La caída del salario real (capacidad de compra) cayó en los últimos 6 años entre 20 y 30 puntos para quienes trabajan registrados o informales. Las paritarias se están cerrando en 45 % cuando las estimaciones inflacionarias que confirma el estudio de la rondan el 60 %. Están abalando un nuevo saqueo.
La pregunta es obligada: ¿si la CGT tiene los datos del golpe sobre los ingresos obreros y populares, además de analizar la realidad por qué no convoca asambleas y medidas de lucha para defenderlos? La izquierda dice: por un aumento de emergencia del 20% para recuperar todo lo perdido; por un salario que cubra la canasta familiar, actualizado mes a mes por la inflación real. |
