Sebastián Palmas
| Profesor de Geografía | Militante de La Marrón Docente en Ensenada.
Este viernes en el Estadio “Diego Armando Maradona” de la Ciudad de La Plata, el gobierno presentó el Plan de gestión del Ministerio de Ambiente en el marco del Programa de transformación provincial.
En la presentación estaban el gobernador de la provincia Axel Kicillof, la Ministra de Ambiente de la provincia Daniela Vilar, además el Diputado Nacional Máximo Kirchner y el Ministro de Ambiente Nacional Juan Cabandié de La Cámpora. Además de intendentes, funcionarios y sindicalistas, como Roberto Baradel de Suteba, y algunas organizaciones socioambientales, como Ecohouse y Jóvenes por el clima.
La presentación sobre el plan de gestión fue a través de un video, y luego hablaron al auditorio la Ministra Vilar y el Gobernador Kicillof. Como objetivo del plan se propuso elaborar desde el Ministerio de Ambiente “distintas líneas de acción para mejorar la calidad de vida del pueblo” y “construir un buen vivir”.
Algunos de los temas mencionados hacia donde apuntan fueron la gestión de RSU, las áreas protegidas y espacios verdes, humedales, transición ecológica, alimentación saludable, educación ambiental, y producción sustentable, entre otros.
A las palabras se la lleva el viento
Yendo al contenido del anuncio, la ministra Daniela Vilar dijo que había que pensar el ambientalismo desde “una perspectiva integral holística, que no escinda los procesos sociales, económicos y culturales” de los ambientales.
Daniela Vilar, Ministra de Ambiente de la pcia. de Bs. As.
Pero el gobierno es el primero en separar todo, a la hora de saquear bienes naturales cediendo territorios y generando zonas de sacrificio. Además, su prioridad es juntar dólares para pagar la deuda al FMI, sin importar los pasivos ambientales que deja y la destrucción irreversible de la naturaleza.
Por otra parte, genera más pobreza porque la plata no va para vivienda, ni para educación, ni para salud. Como bien dijeron en varias oportunidades: “los más vulnerables son los más perjudicados”.
Cuando agarró el micrófono, el gobernador Kicillof manifestó: “Buenos aires va a resolverlo en la práctica. No en la teoría”. Pero en la práctica se viene demostrando que hace todo lo contrario para resolver los problemas, y que los más perjudicados no son prioridad.
Esto es así porque se olvidó del anuncio más importante: explicar cómo va a desarrollar un ambientalismo que termine con la pobreza sin dejar de pagar la deuda. Porque atender las necesidades más urgentes de los sectores más postergados y preservar el ambiente no es posible si se decide llevar adelante el plan del Fondo Monetario Internacional.
También se mencionó el dato de que el 5% del territorio de la Provincia son áreas protegidas, y que es importante conservar la biodiversidad más pura, reconociendo además el trabajo de guardaparques como “guardianes ambientales”.
Esto resulta llamativo, porque recientemente el gobierno anunció un convenio con la UNLP de talar 200 hectáreas en el Parque Pereyra Iraola, una reserva que producto del abandono de parte del Estado y de las políticas extractivista, corre peligro de perder el carácter de Reserva de Biósfera otorgado por la UNESCO. E incluso con el ajuste al trabajo de los guardaparques, que no incorpora trabajadores hace años y recaen en cada vez menos manos todas las tareas.
¿El “ambientalismo popular” es integración y trabajo?
Hoy en día la Argentina alcanza un 40% de pobreza, donde abunda el trabajo precario y la desocupación, y vienen sucediendo una serie de hechos, como los incendios en Corrientes, la bajante del Paraná, la sequía de lagos como en Chubut, etc., que deja en claro que el gobierno viene tomando hace tiempo medidas “antipopulares” en lo que se refiere al ambientalismo.
Axel Kicillof durante el acto
En el interior de la provincia se promueve y practica el monocultivo de las grandes empresas del agro, que además de arruinar los suelos y destruir la diversidad biológica de los territorios, provoca enfermedades en las poblaciones contaminadas por los distintos agrotóxicos utilizados.
Y no hay que olvidar el proyecto de exploración sísmica en el mar, que fuera rechazado con grandes movilizaciones en distintos puntos del país, es uno de los grandes proyectos que tiene el gobierno para recaudar dólares en detrimento de nuestro mar.
El anuncio del lanzamiento de este plan no vino acompañado de propuestas de cambios estructurales. Hasta ahora lo que anunciaron como beneficioso y generador de empleo fue una farsa. También se pudo ver con las mega granjas porcinas que además de ser un foco de potencial nuevas pandemias, no genera la cantidad de empleo que se dice. O con las salmoneras en Tierra del Fuego, que fueron rechazadas y que dejaron en claro que nada bueno traen.
La megaminería también deja al descubierto cómo esas empresas al agotar los recursos, se vuelven a sus países dejando desempleo y en algunos casos hasta “ciudades fantasmas’’. Es por demás sabido, que este tipo de producción altamente tecnificada genera poco empleo, más allá de lo que el gobierno diga y publicite.
También dijeron que “nosotros no somos los que más contaminamos”, haciendo referencia a que los países más ricos son los que más contaminan y no le cabe la misma responsabilidad a países como el nuestro.
Si bien es cierto que los que más contaminan son los países más ricos, también es cierto que si no se rompe con las cadenas que atan a los países más pobres con los gobiernos y empresarios de los países más ricos, ni con los organismos financieros internacionales como el FMI , no va a haber un real desarrollo que termine con la pobreza y proteja al ambiente.
En su discurso dicen que existe una “falsa dicotomía ambiente y desarrollo”, pero el desarrollo es para un pequeño sector de empresarios, que vive a costa de los trabajadores, y poco y nada para las grandes mayorías, que además de sufrir la explotación día a día, se ven perjudicados en su salud por la contaminación.
Es el mismo gobierno que dice que hay que “Implementar ley de bosque y la promoción de la ley de humedales”, además del “Plan integral del manejo del fuego”.
Parece que estos últimos tiempos estuvieron viendo otra cosa, porque estuvieron gobernando para quiénes se oponen a esas leyes de protección del ambiente. “Construir ambientalismo popular se hace con un Estado presente”. Si, presente para los poderosos facilitando sus ganancias, presente para las mayorías ajustando y reprimiendo.
¿Ambientalismo popular de la mano del FMI? Un debate urgente y necesario.
También cabe mencionar la presencia de algunas organizaciones ambientalistas, como Jóvenes por el Clima, y Ecohouse. Últimamente ambas organizaciones vienen compartiendo su adhesión a las políticas del Frente de Todos. Pero si se analiza esas políticas y la relación que establece con el ambiente se llegará a la conclusión que es más de lo mismo: los planes del gobierno son extractivistas.
Nicole Becker, Bruno Rodríguez, Mercedes Pombo de Jóvenes por el Clima junto al ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable Juan Cabandié
Entonces podría preguntarse ¿Bajo qué justificativo estas organizaciones apoyan lo que lleva adelante el gobierno a través de sus ministerios? Según lo que vienen argumentado esas organizaciones, hay una necesidad de aumentar las exportaciones para estabilizar la balanza comercial. Es decir, producir más para terminar con la pobreza.
Pero esto está demostrado que no es real. Los dólares generados van para pagar la deuda, o se fugan al exterior. Eso está claro en el acuerdo que hizo el gobierno de Alberto Fernández recientemente con el FMI, donde incluso generó una crisis hacia el interior de la coalición de gobierno, respecto a la forma en que se quiere pagar esa deuda ilegal y usuraria.
Para terminar con el saqueo y la pobreza primero hay que dejar de pagar la deuda, acompañado de medidas como nacionalizar la banca y el comercio exterior, para evitar la fuga de capitales de los grandes monopolios del agropower y otros recursos cómo el petróleo.
Pero esto solo se va a lograr si existe una gran fuerza social que pelee en las calles por llevarlo adelante. Por eso es necesario organizarse independientemente de los gobiernos y empresas que saquean el país con un discurso desarrollista, para cumplir con los compromisos con el FMI.
Es necesario unir todas las luchas en curso, coordinando con los sectores que vienen enfrentando la pobreza creciente a la que lleva el ajuste en curso, , como las organizaciones sociales que cortaron la 9 de Julio y piden por trabajo genuino y derechos y son perseguidas por todos los gobiernos.
Solo la unidad en las calles de los luchadores impondrá una salida a la crisis socioambiental. Para eso los trabajadores deben tomar las demandas de las organizaciones ambientales y oponer un proyecto donde sean ellos, juntos esas organizaciones, quiénes decidan qué, cuánto y cómo producir, para restablecer el equilibrio dinámico entre sociedad y naturaleza que el capitalismo rompió.
En esa perspectiva Madygraf, fábrica recuperada de Garín, está preparando un gran encuentro plurinacional de organizaciones socioambientales para trazar objetivos que abran el camino hacia la construcción de esa gran fuerza social que le tuerza el brazo al gobierno y sus planes extractivistas.
