Claudia Sheinbaum como “crímen organizado”. El vínculo entre talamontes y el crimen organizado (“el narco”) es estrecho.
De acuerdo con el diario La Jornada, “la Comisión Nacional Forestal reporta que la tala clandestina es controlada por el crimen organizado en al menos seis entidades del país, y su director identifica a grupos delictivos en Chihuahua, Jalisco, Guerrero, Estado de México, Sonora, Durango, Morelos, Chiapas, Oaxaca, Sinaloa y Querétaro. El Anuario Estadístico de la Producción Forestal de 2017 estima que ese año el negocio de la madera ilegal rondaba los 7 mil 123 millones de pesos, una cifra que podría ser mayor por las dimensiones que ha cobrado este delito”. Es un negocio millonario.
La tala ilegal destruye el medio ambiente y en la Ciudad de México liquida el último pulmón de oxígeno de la gran megalópolis.
Tomar las armas: una opción
La tala ilegal está muy bien organizada en el bosque de Tlalpan. Con radios, camionetas 4 x 4, drones, halcones, sierras eléctricas, armas largas y uniformes, van por la madrugada a quemar árboles para después talarlos. Consiguen papeles falsos para llevar la madera a los aserraderos clandestinos de la Ciudad de México o también en el Estado de México.
Los comuneros de Tlalpan han denunciado que ya por las noches hay un toque de queda para evitar ser vistos por los talamontes. Quienes son apasionados del montañismo y el senderimo prefieran hacer sus rutas por la mañana para evitar ser observados por la “maña” en los “puntos rojos”.
Los brigadistas de defensa del bosque de Tlalpan declararon que “por lo menos son 3 mil hectareas que se han talado de forma ilegal. Ya se puede decir que ya llevamos un 30% de devastado de nuestro bosque, ya se está acabando, si no le prestan atención las autoridades el siguiente paso que en verdad no queremos hacer es tomar las armas como comunidad. Sabemos el riesgo, sabemos que nos pueden lastimar, pero yo siempre lo he dicho y se lo he dicho los compañeros: vale la pena defender nuestro bosque y de verdad vale la pena porque es el único pulmón que tiene la Ciudad de México”.
Para los brigadistas de defensa del bosque de Tlalpan, existe una impunidad total para la tala ilegal: a pesar de las denuncias la policía municipal, estatal, la Guardia Nacional muestran su clara omisión y su nula defensa de los bienes comunes de la naturaleza.
En Cherán, en el Estado de Michoacán, los comuneros decidieron organizarse de forma armada para expulsar a talamontes y narcos construyendo una forma autónoma de gobierno. Los brigadistas de Tlalpan miran esa opción como viable. Las organizaciones obreras y populares deben oponerse a la tala ilegal de nuestros bosques, a defender los bienes comunes de la naturaleza y a repudiar los actos de barbarie que destruyen el último pulmón de nuestra Ciudad. |