De acuerdo con el documento publicado por Oxfam, 198 millones de personas estarán en la pobreza extrema debido a las consecuencias de la pandemia y al "empeoramiento de la situación de desigualdad", mientras que el aumento de los precios mundiales sumará otras 65 millones de personas a esa situación. El total de 263 millones de personas en la pobreza extrema para finales de este año equivaldría a la población conjunta del Reino Unido, Francia, Alemania y España.
El informe resalta que los gobiernos de distintos países vienen reduciendo el gasto público con el objetivo de la importación de alimentos, combustible, y el pago a acreedores.
Entre los motivos que desarrolla el informe se resalta el encarecimiento de los alimentos durante la pandemia, a lo cual se suma ahora la guerra en Ucrania en algunos productos, golpeando con mayor dureza a la población que vive en la pobreza.
Además, resalta el mayor nivel de desigualdad en "países subdesarrollados", agravada por la evolución del salario, ya que para la mayoría de los trabajadores en todo el mundo los sueldos reales continúan sin mostrar un aumento o incluso se están reduciendo, remarca el informe.
Durante la pandemia aumentó la desigualdad social como consecuencia de un sistema que sigue priorizando las ganancias de un sector privilegiado, a costa de las condiciones de vida de las grandes mayorías, en todo el mundo. Las crisis de deuda con las cuales gobiernos como el argentino justifican el ajuste a salarios, servicios y ayuda social, se combinan con una situación inestable a nivel internacional con disparadas de precios de alimentos producto de guerras como la de Ucrania.
La única salida es poner primero las necesidades de alimentos, trabajo genuino, vivienda, educación y salud para las mayorías trabajadoras y populares, y terminar con la explotación brutal que empuja cada año a más millones de personas a la pobreza en todo el mundo.
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