La ola de ataques, persecuciones y asesinatos de palestinos a manos del Ejercito de Israel ha venido creciendo en los últimos meses pero recrudeció desde el inicio de las celebraciones musulmanes del Ramadan que comenzó el pasado 1 de abril.
Con la excusa de ataques aislados de parte de palestinos a población o soldados israelíes, el Gobierno del primer ministro israelí Naftali Bennett dio la semana pasada "libertad de acción" a las fuerzas represivas. Esto se expresó en una serie de redadas y ataques a ciudades y aldeas en la Cisjordania ocupada y el asesinato de al menos cinco palestinos en los últimos días.
La brutalidad y escalada de violencia contra los palestinos es tal que hasta la ONU tuvo que referirse al tema. Fue el pasado lunes, cuando su secretario general, António Guterres, se declaró "horrorizado" por el número de víctimas, incluidas mujeres y niños, y exigió "máxima contención" a las fuerzas israelíes, que habían matado al menos a cuatro palestinos en solo 24 horas.
Una declaración que ni siquiera es un llamado de atención, ni una advertencia, sino un pedido de "contención", ante esta escalada de parte de una potencia colonial que mantiene a la población de Gaza bloqueada como si fuera una enorme cárcel a cielo abierto y a la de Cisjordania bajo estricto control de sus fuerzas de ocupación.
No puede más que llamar la atención el doble estándar entre la decisión de expulsar a Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU tras la brutal y reaccionaria invasión de Putin a Ucrania, mientras que a Israel, que hace años lleva adelante una política de limpieza étnica progresiva sobre la población árabe, con métodos cada vez más brutales, solo le envían un mensaje de "contención".
Redadas y asesinatos en Cisjordania
El último de los asesinatos tuvo lugar este miércoles cuando un palestino de 34 años murió por disparos del Ejército israelí durante una redada en la ciudad de Nablus, en el norte de Cisjordania ocupada.
A su vez, una decena de personas fueron evacuadas al hospital tras resultar heridas, entre ellas "siete con impactos de munición real en las extremidades", uno atropellado por un vehículo y otro, "herido muy grave por balas en la cabeza y el tórax", detalló Sanidad.
El Ejército israelí realiza este miércoles lo que llama "operaciones antiterroristas" en las ciudades de Nablus, Jenín o Tulkarem y en otras localidades de Cisjordania, mediante las cuales realiza redadas y reprime cualquier tipo de protesta a su paso.
Todo esto ocurre en medio del Ramadan, el mes de ayuno y reflexión celebrado por los musulmanes, que fue precedido por innumerables ataques y provocaciones del Ejercito, los colonos y la extrema derecha israelí. Las persecuciones, represión y asesinatos a activistas y jóvenes palestinos se multiplicaron en los últimos meses y semanas. Esto generó una situación ebullición política y social, y no son pocos los que anuncian una radicalización y escalada de las tensiones durante este Ramadan.
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