Paulo Cesar Martínez López, coordinador general de PILARES, privilegia el aumento de registros de usuarios (folios) sin importar las necesidades de la comunidad en los barrios más vulnerables de la Ciudad de México.

Durante estas vacaciones de Semana Santa, a quienes laboramos en PILARES se nos niega el derecho a descansar porque la coordinación general de Inclusión Educativa e Innovación del gobierno de la CDMX manifestó que no se alcanzaron los objetivos esperados para este periodo.

Dichas autoridades también nos chantajean al señalar que en nuestras manos está poder evitar que se pierdan los avances logrados para nuestras comunidades. Nos asustan diciendo que vamos a perder nuestras becas y que muy probablemente desaparezca la materia que da vida al programa si no llenamos de usuarios nuestros PILARES.

A diario impartimos clases, brindamos talleres de diversos oficios e impulsamos actividades para que nuestras comunidades puedan participar en estos espacios, pero para las autoridades no es suficiente, nos presionan, amenazan y exigen nuevas propuestas para lograr las metas que dictan, aun cuando eso significa alejarnos de las condiciones y necesidades de nuestra comunidad.

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¿PILARES es solo un discurso político?

Alejarnos de los intereses de nuestra comunidad implica que el programa se aleje cada vez más de su supuesto objetivo de “atender a las comunidades más vulnerables”, al no contar con los recursos necesarios, ni otorgarles plenos derechos a las figuras educativas que lo llevan adelante.

Por lo que se utiliza como un instrumento del gobierno de la 4T para arrogarse un proyecto educativo, cultural y comunitario en los barrios marginados sin que realmente se atiendan las necesidades de éstos.

Así que las figuras educativas terminamos siendo quienes garantizamos que las y los usuarios se mantengan, a pesar de la falta de infraestructura, materiales, insumos y pago de salarios, a pesar de que al programa se le destinaron 210 millones de pesos, según la información publicada en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México.

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A unos días de la consulta sobre la revocación de mandato a la que se destinaron recursos millonarios, los resultados de la misma no fueron del todo satisfactorios para las autoridades, así que responsabilizan a las y los trabajadores de los programas sociales de no haber coadyuvado con dicho “ejercicio democrático” a favor del MORENA. Por lo que se prevé que haya represalias contra las y los trabajadores para aleccionar. ¿Acaso estás prácticas corporativas no eran las utilizadas por la derecha (PRI, PAN y PRD) para subordinar políticamente a sus trabajadores? ¿Qué cambió?

¡A organizarnos!

Urge organizarnos para conquistar el acceso irrestricto y gratuito a la educación, cultura, ciencia y demás actividades para nuestras comunidades, ante un gobierno que solo pretende usar demagógicamente estas demandas como botín electoral rumbo al 2024.

Pues ya se está demostrando que no es una prioridad para el gobierno de la 4T fortalecer los espacios destinados a generar actividades para el pueblo pobre.

Quienes laboramos en estos programas los defendemos críticamente en favor de nuestras comunidades. Exigimos mayor presupuesto para ellos, pero para que esté realmente al servicio de atender las necesidades comunitarias, así como plenos derechos laborales para todos sus trabajadores.

Sin embargo, no consideramos que cómo fueron diseñados dichos programas realmente ayuden a resolver la desigualdad y marginación que genera este sistema para la mayoría del pueblo pobre y trabajador, ni mucho menos pretenden que nuestras comunidades tomen a la educación, la cultura y el arte como una herramienta poderosa para enfrentar las diversas adversidades que enfrentan en esta crisis sanitaria y económica.

Por lo tanto, consideramos que la defensa y la profundización de estos programas solo la podemos llevar adelante las y los trabajadores precarios de los mismos, junto a las y los usuarios que han visto en nuestra labor una posibilidad de ejercer sus derechos.
También llamamos a las y los trabajadores de cultura, sindicalizados y precarios, así como a los sindicatos y organizaciones del sector, a dar esta pelea junto a las y los trabajadores de PILARES para que luchemos unidos por plenos derechos y por programas acordes a la realidad de nuestras comunidades.

Los integrantes de estos programas debemos organizarnos y exigir condiciones dignas para poder desarrollar nuestros proyectos y nuestro reconocimiento como trabajadores.
Si perteneces a estos programas ponte en contacto con nosotros, súmate a la organización y compártenos tu testimonio.
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