La lucha por el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito en todo el país no involucra sólo a las mujeres, sino también, a las personas que no se identifican como mujeres y que tienen la capacidad de menstruar, gestar y por lo tanto, también de abortar, lo que les convierte en sujetos de derecho y de la lucha por conquistarlo.
Así quedó demostrado en el fallo histórico que tuvo que reconocer la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), luego de largos años de lucha, y que declaró inconstitucional la penalización del aborto para mujeres y personas con capacidad de gestar.
Aborto, un problema de salud pública
Aunque el reconocimiento de la identidad de género y la capacidad de gestar de hombres trans, personas transmasculinas y no binaries, sean interpretadas por ciertos sectores del feminismo como acciones que justifican el “borrado de mujeres” ante las instituciones del Estado, ello no impide que los abortos sigan siendo una realidad para este sector.
Lo que si sucede, al igual que con las mujeres a quienes se les niega el derecho a decidir sobre sus cuerpos, es que los abortos de las personas gestantes se realicen de forma clandestina e insegura, convirtiéndose en un problema de salud pública del que poco se habla ni se toman medidas concretas para erradicarlo.
Mujeres y personas con capacidad de gestar
Aquello que no se nombra, no existe y así sucede con el derecho al aborto legal, seguro, libre y gratuito para personas gestantes. De acuerdo al informe Diversidad sexual, discriminación y violencia. Desafíos para los derechos humanos en México, elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en 2018:
“en el caso de los hombres trans, no existen datos en México con los que podamos realizar comparaciones, por lo que nuestros resultados son pioneros en la búsqueda de visibilizar y evidenciar las problemáticas que esta población enfrenta”.
Dicho estudio tampoco contempla datos sobre abortos clandestinos entre personas transmasculinas y no binaries, lo cual complejiza aún más el problema del aborto como tema de salud pública, al no haber siquiera datos oficiales sobre este sector.
Aunque existen excepciones importantes donde se otorgan servicios de salud sexual y reproductiva gratuitos a personas trans, no binaries y sus familias como el Hospital General de Occidente, el Hospital Civil de Guadalajara y la Unidad de Salud Integral para Personas Trans en la CDMX, en México los sistemas de salud pública tienen enormes carencias en cuanto a la atención médica e integral hacia personas trans y LGBTIQ+.
A la falta de presupuesto suficiente, protocolos y programas de salud para las personas disidentes, se suma la falta de formación inclusiva y no heteronormada del personal médico y de salud que en muchos casos, termina reproduciendo los mismos discursos y prácticas machistas y patriarcales tanto a la comunidad LGBTIQ+, como a mujeres que denuncian violencia obstétrica en todo el país.
Unidad del movimiento feminista y LGBTIQ+ para lograr #QueSeaLey
Este 8 de marzo el movimiento de mujeres y las disidencias LGBTIQ+, mostramos el enorme potencial de la unidad de nuestras luchas contra la violencia capitalista y patriarcal. Ante las masivas movilizaciones en el Día Internacional de las Mujeres en todo el país, los debates sobre feminismos transexcluyentes y las alianzas entre feministas y comunidad LGBTIQ+, volvieron a tomar relevancia en el movimiento, logrando marchas masivas y unitarias en por lo menos 13 ciudades del país.
Con la realización de un lamentable foro transodiante en la UNAM, queda en el imaginario colectivo una supuesta confrontación entre feministas y comunidad trans que es aprovechada por los medios oficiales de comunicación, los empresarios, la burocracia y el propio Estado. Sin embargo, también hay feminismos transincluyentes que buscamos alzar la voz y reconstruir la histórica alianza política entre ambos movimientos, pues consideramos que nuestro enemigo es el Estado capitalista y patriarcal, que se beneficia de nuestra división y busca mantenernos aisladxs y confrontadxs.
A todos esos feminismos, personas disidentes y organizaciones LGBTIQ+, les invitamos a unir fuerzas y sumarse a la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto en todo el país, para que éste sea legal, libre, seguro y gratuito para todas las mujeres y personas gestantes que así lo decidan.
Porque la despenalización en algunos estados es un paso importante, pero todavía falta educación sexual integral y no heteronormada en todas las escuelas y niveles; falta un aumento de emergencia al presupuesto para sector salud que se destine a servicios públicos de salud sexual y reproductiva, dignos y de calidad para todas, todos y todes; falta la libertad inmediata para todas las presas por abortar y la separación efectiva de la Iglesia y el Estado, para que realmente podamos decidir libremente sobre nuestros cuerpos, maternidades y paternidades, así como disfrutar plena y responsablemente de nuestra sexualidad sin sus prejuicios patriarcales y machistas. ¡Vamos por todo! |