El video del sargento de la Policía de Corrientes Julio Caballero, vestido con pantalones cortos, camiseta, botines y una 9 milímetros en la mano se viralizó en las últimas horas y desató un nuevo escándalo protagonizado por miembros de la fuerza represiva que conduce el gobernador Gustavo Valdés.
El video, registrado la tarde del sábado por una vecina del barrio Pirayuí de la capital correntina, muestra la actitud patotera y por demás criminal del sargento ayudante Caballero. Según los testigos del hecho, todo pudo terminar en una tragedia cuando, después de una presunta discusión entre miembros de los dos equipos por el resultado del cotejo, el agente sacó un arma y disparó varias veces al aire.
Tal vez buscando salvar un poco el pellejo de Caballero, desde la misma Policía informaron a los medios de la región que “existen denuncias cruzadas por el suceso”, una “de una mujer que denunció que en un momento los familiares del policía la agredieron y, en ese marco, el hombre efectuó disparos al aire”; y otra de quien dijo ser hija de Caballero, que “se presentó en la comisaría y explicó que no fue su padre quien empleó el arma”.
Sin embargo, las imágenes son tan elocuentes que la misma jefatura de la Policía tomó la decisión de detener a Caballero y someterlo a una investigación a cargo de la División de Asuntos Internos de la fuerza provincial. Por lo general, lo que Asuntos Internos hace (en todas las policías del país) es buscar las formas de encubrir a sus miembros y desviar la búsqueda de la verdad. Nada indica que ésta vaya a ser la excepción.
Según el diario El Libertador de Corrientes, el jefe de la Policía Félix Barboza “ordenó el arresto preventivo” de Caballero. Y se agrega que “el destino Caballero dentro de la fuerza dependerá de el resultado de la investigación y el sumario administrativo que lleva adelante la fuerza provincial”. |