En la segunda sesión informativa de la comisión de Diputados que pretende modificar la Ley de Alquileres, una de las mujeres desalojada de la Villa 31 mostró la gravedad del déficit habitacional para las jefas de hogar y sus hijos, y un ejemplo de lucha y organización. El Frente de Todos y Juntos por el Cambio buscan un consenso favorable a la especulación inmobiliaria.
“Las familias que no pueden acceder a las viviendas que ellos mismos construyen para el mercado formal que esta ley propone tratar, las mujeres que limpian las casas de lujo, las mujeres y jóvenes precarios que limpian en los hospitales. No solo necesitamos una ley que nos ampare, sino planes de vivienda de calidad en todo el país para resolver el problema habitacional y generar trabajo genuino”, fueron las palabras de Alicia Espinoza, vecina de la Villa 31. Tiene 27 años, y es mamá de tres niños. Vende comida y ropa en un pequeño local del barrio para sostener a su familia. Su historia es la de muchas mujeres: escapando de la violencia de género, se encontró con un “Estado muy presente”. Frente al reclamo de vivienda, la respuesta fue el desalojo con topadoras y la represión del gobierno de la Ciudad a más de 100 familias y 175 niños. La misma que tuvieron las familias de Guernica del gobierno de la provincia de Buenos Aires, garantizando así que ese terreno se destine a la construcción de canchas de golf y lagunas artificiales de un barrio privado. Algo que también recordó Lucas Stevani, del Polo Obrero de La Plata, en su exposición.
Alicia encontró respuestas en la organización con sus vecinas de la villa 31, en “Fuerza Mujeres”. Emocionada y firme, terminó su exposición: “La vivienda debería ser un derecho para las mayorías populares y no un negocio de unos pocos. Por eso seguiremos en las calles luchando hasta que se escuchen todos nuestros reclamos”. Los aplausos inundaron la sala del Congreso por única vez en toda la jornada. La mirada en alto de Alicia contrastaba con la de los representantes del lobby inmobiliario con los ojos esquivos en el piso y de brazos cruzados.
En la comisión donde se discute la ley de alquileres en @DiputadosAR, expuso Alicia, de la toma Fuerza de Mujeres de la Villa 31 y nos hizo emocionar con su historia. No hay derecho a la vivenda para las víctimas de violencia de género. Hay topadoras. pic.twitter.com/UivM2KhIQn
Este martes fue la segunda sesión informativa, y la de Alicia fue una de las 31 exposiciones. Hablaron agrupaciones de inquilinos, investigadores. También se repitió la voz de las inmobiliarias, propietarios y corredores que piden modificaciones para garantizar su negocio y rentabilidad. Juntos por el Cambio se ha transformado en vocero directo de sus intereses.
El miércoles continuarán las exposiciones. La ley de Alquileres apenas entró en vigencia hace dos años, y la Cámara de Diputados avanza en la comisión de Legislación General cediendo al lobby de las cámaras inmobiliarias y de corredores. En esta Comisión, el Frente de Todos cuenta con mayoría: con 16 de 31 miembros. Más allá de los proyectos presentados por el oficialismo, se encaminan a consensuar modificaciones con Juntos por el Cambio que serán a la medida de la especulación inmobiliaria.
Del otro lado, las y los diputados del Frente de Izquierda defienden el reclamo de las organizaciones de inquilinos. Nicolás del Caño, Myriam Bregman, Alejandro Vilca y Romina del Plá estuvieron presentes en la comisión. Del Caño señaló la relación de este debate con el poder adquisitivo: “los salarios vienen perdiendo hace 6 años y se hace muy difícil encarar el pago de los alquileres para las familias trabajadoras”. Y la necesidad de dar una respuesta global al problema habitacional “no solo con impuestos a la vivienda ociosa a los grandes grupos inmobiliarios, también con un plan de obras públicas que construya las viviendas necesarias y cree trabajo”.
El testimonio de Alicia Espinoza de la Villa 31 muestra que el problema habitacional en la Argentina es profundo, y que no alcanza una ley para resolverlo. Lo mismo plantearon otras organizaciones de inquilinos que denunciaron al Estado porque ni siquiera hizo cumplir la ley vigente de Alquileres. Bajo el gobierno de Alberto Fernández, la ley fue papel mojado para las grandes inmobiliarias. Así lo denunció Magalí Zirulnikoff de la Comunidad Federal Inquilina y no propietaria: “si 35.000 corredores de todo el país han registrado solo 160.000 contratos en la AFIP significa que cada corredor registró, en promedio, menos de 5 contratos al año. ¿Y el resto cómo los realizó? Los realizó con incumplimiento legal sin tener ninguna penalidad ni consecuencia”. Julián Corvaglia de la Federación Nacional de Inquilinos, en el mismo sentido, sostuvo que “solo 9% de los contratos se registraron en la AFIP”. Y preguntó a los presentes: “¿por qué cambiar o derogar una ley que no se cumple? ¿No deberían los legisladores exigir y reclamar el cumplimiento de la actual ley?”.
“Somos inquilinos o nómades” dijo Miguel Pvlovsky de Inquilinos Agrupados Córdoba. Le puso números a la especulación inmobiliaria: “En Córdoba se calcula que hay 200.000 viviendas vacías según el gobierno provincial”. La misma situación de casas sin gente y gente sin casas se repite a lo largo y ancho del país. Hay alrededor de 2 millones de viviendas vacías a nivel nacional.
Al igual que la primera sesión informativa, las organizaciones de inquilinos e investigadores que defienden la ley actual, fundamentan con datos y estudios. Mientras que las cámaras inmobiliarias lo único que han aportado son sus pedidos para no tener ninguna regulación, poder aumentar sin restricción los alquileres, y encima pidiendo más beneficios impositivos.
Frente al argumento del lobby inmobiliario, que culpa a la actual Ley de Alquileres por el déficit habitacional y el encarecimiento, Guadalupe Granero del Centro de Estudios Metropolitanos los desmintió. Puso como ejemplo a la Ciudad de Buenos Aires como expresión de una tendencia que se repite, donde “entre 2013 y principios de este año la reducción de la superficie disponible para alquileres se redujo de 138.000 mts2 a menos de 40.000. Y en ese mismo período, el precio de los alquileres aumentó 1.700%”. Agregó que los datos censales muestran que “cada vez tenemos menos propietarios y más inquilinos”. Explicó que, entre las causas, está el problema de que “En Argentina los precios de los inmuebles desde la dictadura están dolarizados (…) El precio de los inmuebles se viene valorizando exponencialmente las últimas cuatro décadas separándose cada vez mas de los ingresos de los hogares”.
Consenso entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio
Al finalizar la comisión por la tarde, Cecilia Moreau del Frente de Todos y presidenta de la comisión, declaró ante la prensa presente que “lo que hagamos va a tener que ser con el mayor nivel de consenso posible. Porque sabemos que en esta cámara nadie tiene mayoría absoluta. Así que vamos a intentar lograr el consenso más amplio con todos los actores y todos los bloques”. En los hechos implica consensuar con Juntos por el Cambio que solo propone cambios que perjudicarían más a los inquilinos y beneficiarían a las grandes inmobiliarias.
Desde Inquilinos Agrupados ya denuncian que avanzaron las negociaciones. “Hay acuerdo entre Massa y Juntos por el Cambio en modificar la ley de alquileres. Los puntos son: el plazo del contrato vuelve a 2 años. El precio y la actualización del alquiler será establecido por el mercado inmobiliario”. Sergio Massa, del Frente de Todos, como presidente de la Cámara de Diputados busca reeditar los consensos con Juntos por el Cambio, tal como hizo con el acuerdo con el FMI.
Hay acuerdo entre Massa y Juntos por el Cambio en modificar la ley de alquileres. Los puntos son: 🔸El plazo del contrato vuelve a 2 años. 🔸El precio y la actualización del alquiler será establecido por el mercado inmobiliario.
— Inquilinos Agrupados (@InquilinosAgrup) April 18, 2022
Nada bueno puede salir de esos consensos para las y los inquilinos, ni para las y los trabajadores. El testimonio de Alicia de la Villa 31 muestra sus coincidencias en responder con topadoras al problema habitacional. Pero también que las respuestas hay que buscarlas en la organización, la fuerza de la lucha, y la unidad entre trabajadores, agrupaciones de inquilinos, estudiantes.