"Indignante. Esta foto es de una escuela de Castelar, la caja más chica es la que llegó en el mes de abril (caja grande de marzo), de 2 unidades por productos que llegaban por caja se redujo a solo 1 y solo la mitad de alumnos la recibirán en comparación con quienes la recibieron en marzo. Es decir, que obligan a la escuela a elegir “quien necesita mas o menos. ¿Acaso lxs pibes con menos recursos se tienen que resignar al “por lo menos es algo”?" Así lo denunció Jorgelina Esteche, docente y candidata a Secretaria General Adjunta por la lista multicolor en el distrito y referente del PTS-FITu en la zona.
Son miles las niñas, los niños y adolescentes que hoy no tienen garantizado el derecho a la alimentación. Así lo denuncian docentes que ven cómo los estudiantes llegan con esta realidad a las aulas y escuelas. Los mismos estudiantes cuentan cómo tienen que cuidar a sus hermanos porque sus padres o madres trabajan más horas, cómo ellos mismos tienen que salir a trabajar porque la economía familiar no resiste la inflación que crece día a día.
Mientras tanto Kicillof, gobernador de la provincia, y Gui, intendente de Morón, que son parte del gobierno, que junto a la oposición de derecha, acaban de votar un pacto de ajuste con el FMI, reducen a la mitad los bolsones y a la mitad también la cantidad de productos.
Las y los docentes cuentan cómo en los comedores escolares se destinan $85 por pibe y con alimentos que no garantizan la nutrición y donde, además, muchos quedan afuera por los reducidos cupos. En los discursos de los funcionarios, se encuentra siempre presente el "combatir a la pobreza", mientras que en los hechos, la administran. Pareciera que para ellos hay jóvenes de "segunda" que, según las políticas del gobernador de la provincia y el propio intendente de Morón, pueden no tener garantizado el derecho a la alimentación. Quieren naturalizar esta realidad y la miseria de lo posible, cuando no lo es. De ahí la bronca que crece día a día en las escuelas, y los barrios.
Finaliza Jorgelina: "Los monopolios y las multinacionales alimenticias fueron las grandes ganadoras, “los ricos no piden permiso” y son los mismos que aumentan los precios en las góndolas, pero el gobierno se niega a tocar sus ganancias que son a costa de atacar el bolsillo del trabajador, quienes verdaderamente generamos las riquezas de este país. No podemos naturalizar la falta de acceso a la comida, empecemos a organizarnos en las escuelas junto a familias y estudiantes, para dar una respuesta desde abajo, de manera solidaria como solemos hacerlo los trabajadores. Con esta fuerza hay que imponer que Suteba se ponga a la cabeza de estas demandas y salir a pelear por todos nuestros derechos." |
