Javier Milei muchas veces es especialista en hacerse el distraído sobre sus ideas y quienes lo acompañan. Incansable cantidad de veces se desentiende de lo que dicen o hacen sus seguidores. O por ejemplo niegan su ligazón con los represores de la dictadura, a quienes su segunda candidata en el 2021 defiende como abogada.
Pero esta vez, al libertrucho se le soltó la cadena, y salió por redes sociales a reivindicar un ataque reaccionario a un local del PTS en la ciudad de La Plata el año pasado. Todo acompañado con la leyenda "Tiembla la casta".
Las pintadas, hechas en su momento por varios de sus seguidores, incluían insultos a Myriam Bregman y esvásticas. "Aguante Milei", "asesinos aborteros", y "Bregman defiende violines" se podía leer en las paredes del local.
Después, Milei llora por la tele porque la izquierda le niega el saludo en un debate o en el Congreso. Pero su verdadera cara es esta, la del odio reaccionario contra quienes pelean contra el capitalismo que tanto defiende.
La izquierda salió a contestarle: "Cuando tuvo la oportunidad de debatir ideas, hizo agua", le respondió Bregman, recordando la participación bochornosa del "liberal" en el debate de candidatos en la Ciudad de Buenos Aires. Aquella vez, hasta los ultraderechistas seguidores de Milei expresaron en las redes que claramente había sido el perdedor.
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