Que el salario no alcanza no es ninguna novedad. La mayoría de las y los trabajadores de la salud debemos tener más de un trabajo, o hacer horas extras para llegar a fin de mes. Nuestra realidad es la misma que viven nuestros pacientes. Una inflación que se come el salario, y eso si tenés la suerte de tener un trabajo en blanco y no estás precarizado, o sos jubilado o directamente si no tenés trabajo.
Tras el desastre macrista, los trabajadores que tenían ilusión de recuperar lo perdido, se encontraron con que las sucesivas direcciones designadas por el gobierno del Frente de Todos (entre escándalos nacionales y denuncias de corrupción) mantenían lo central del macrismo: bajos sueldos, precarización laboral, monotributos, las 12 horas para enfermería a la noche, cámaras por todos lados, la dificultad para conseguir un turno, jornadas extenuantes y tener que vivir haciendo horas extras para llegar a fin de mes.
El gobierno viene de votar con la derecha un pacto de ajuste al servicio del FMI. Quieren que esa plata, para una deuda fraudulenta, salga del presupuesto de salud, de nuestros bolsillos, de los jubilados, de los desocupados, de las escuelas y barrios populares. La Canasta Básica Total de hogares alcanzó los $74.059. Los ingresos de nuestros hogares siguen perdiendo poder de compra y sin dudas enfrentarán más ataques frente a una política económica supeditada a las órdenes del Fondo Monetario Internacional, como ya venimos sintiendo con el aumento de los alimentos cada vez que vamos al supermercado, alquileres, la nafta, entre otras cosas.
Hacemos propias las palabras de nuestro compañero, Nicolás del Caño, diputado por el PTS-FITu: “Las estafas no se pagan. Los recursos que se fugaron al exterior tienen que ser devueltos al pueblo trabajador. En viviendas, en hospitales y escuelas, en salarios y jubilaciones que alcancen, en becas para que los jóvenes puedan estudiar, no para el FMI y los especuladores.”
Por su parte, Ate y Upcn, a nivel local como a nivel nacional (en clara sintonía con la CTA y la CGT) juegan para el gobierno y no llaman al más mínimo plan de lucha ante la creciente carestía de vida. Actúan como funcionarios del gobierno.
Desde la Agrupación Marrón venimos participando de la comisión directiva de Cicop, buscando las vías para recuperar las asambleas como órgano de deliberación y resolución, más allá del sector al que pertenezcamos. Porque si no volvemos a juntarnos y debatir qué respuestas dar, el gobierno y la oposición de derecha buscan descargar la crisis aún más contra los trabajadores. No es solo por nosotros y nuestras familias, también es en defensa de nuestros pacientes a quienes les cuesta conseguir un turno, donde no existe ningún tipo de atención preventiva. Debemos hacerlo en defensa del acceso irrestricto a la salud, porque es un derecho que nadie puede condicionarlo.
Este viernes 22 de abril a las 12, tenemos asamblea presencial, en el Aula Magna del Hospital, tras mucho tiempo. Como de la paritaria no tenemos ni noticias, y donde siempre termina siendo inferior a la inflación, queremos poner sobre la mesa el siguiente temario: Salario inicial de $140.000; pase a planta permanente; licencias especiales que no se cumplen; rechazo al descuento del 0.5%; basta de monotributos; pago de bono y continuidad laboral para los residentes, entre otras demandas que queremos comenzar a discutir. Esta asamblea queremos que sea el puntapié inicial para comenzar a hacer escuchar la voz de los trabajadores del Posadas, dándole voz y cuerpo al malestar que se manifiesta en todo el hospital, con trabajadores cansados y sueldos miserables, pacientes que solicitan turnos por meses sin obtener respuestas, mientras el gobierno sigue desfinanciando la salud pública. El 22 tenemos que ser cientos tomando en nuestras manos esta pelea. |
