Lorena Itabel, delegada gremial de ATE - Ministerio de Economía y referente estatal del PTS en el Frente de Izquierda Unidad, participó del debate en comisión por la reforma de la Ley de alquileres.
Compartimos su intervención:
Soy Lorena Itabel, delegada gremial del Ministerio de Economía, trabajadora estatal precarizada desde hace 15 años. Si bien trabajo formalmente, mi salario como el de más de la mitad de mis compañerxs está por debajo de la línea de pobreza. Y pertenecemos a esa nueva categoría rotulada como trabajadores pobres, ya que a pesar de tener un trabajo, "estable" se nos haceimposible el acceso a la vivienda por los requisitos que impone el mercado. En mi caso por un alquiler de dos ambientes destino el 60 % de mi salario para vivir con mis dos hijos y el último aumento fue de un 70 % y con contrato por un año, totalmente fuera de la ley, que como en otros casos ha demostrado ser papel mojado para defender el derecho constitucional del acceso a la vivienda.
Hace 8 años que vivo en la comuna 1, que trabajo en esta comuna, que mis hijos van a escuelas en esta comuna, la comuna de las desigualdades. En donde conviven las torres de lujo con los pisos vacíos y las personas en situación de calle; la comuna de la especulación inmobiliaria y la de la segunda villa más grande de la ciudad.
Las oficinas vacías por la pandemia y el hacinamiento en los hoteles, las pensiones y los paradores.
Es la comuna de las grandes desigualdades con más superficie pública rematada para negocio inmobiliario que refleja la realidad (al extremo) de la ciudad más rica (y desigual) del país.
Pero no es la excepción, en todo el país se viven situaciones que verifican que el acceso a la vivienda no es una prioridad para ningún gobierno y los números no mienten: la Argentina es un país con 17 millones de pobres, con salarios promedio de 53 mil pesos, donde la mayoría se encuentra en total informalidad. Se calculan 3,8 milones de familias con problemas habitacionales y alrededor de 2 millones de viviendas ociosas. Si se nos complica a los que tenemos un recibo de sueldo, imagínense lo que es para estas familias que se encuentran en total informalidad o los jubilados que no tienen vivienda y que no pueden tener una vejez digna.
En este contexto de ajuste los alimentos aumentaron el 21 % en lo que va del año, la inflación de este mes es del 6,7 % la más alta de los últimos 30 años. Mientras en estas reuniones no dejamos de escuchar a los representantes del lobby inmobiliario queriendo imponer más beneficios al sector y aumentar la desigualdad con los que menos tienen.
No tener acceso a la vivienda es que las mujeres víctimas de violencia de género tengan que seguir viviendo con sus agresores, exponiendo a las infancias a las violencias de un estado q nos maltrata por generaciones. Es sobrecargar a más mujeres jefas de hogar con las tareas de cuidados de niños y adultos mayores, tareas no renumeradas que caen sobre nuestras espaldas y por la brecha salarial que se agranda cada vez más cuando el ajuste del FMI golpea cada vez más a las mujeres y disidencias.
Como trabajadora organizada en un sindicato no puedo dejar de exigir a las centrales que se pongan a la cabeza del reclamo, luchar por salarios que cubran la canasta familiar indexado a la inflación, pero que también que podamos unir a trabajadores ocupados y desocupados para pelear por vivienda, salud, educación para terminar con los planes de miseria de los gobiernos y del FMI y la derecha.
La solución al problema de la vivienda es un plan integral que comience con el incremento de las obras públicas para viviendas, generando empleo genuino con salarios igual a la canasta familiar con el cual se podrían con miles de viviendas si en lugar de pagar al FMI se atendieran las necesidades de los sectores populares.
Un plan de viviendas garantizando líneas de créditos, con tasas subsidiadas, con el cual se pueda acceder a una vivienda.
Un banco de tierras controlado por trabajadoras y trabajadores. Que se haga público el registro de la propiedad para saber en manos de quiénes está el suelo urbano que concentran un puñado de propietarios.
Otra medida necesaria es la verdadera urbanización de las villas y asentamientos con verdadera participación popular.
Históricamente miles de familias encuentran en la toma de tierras la única salida a la falta de vivienda, muy distinto a las topadoras de Larreta en la villa 31, como bien contaba ayer Alicia de la toma Fuerza de mujeres o Berni y Kicillof en Guernica, donde realizaron desalojos para hacer canchas de golf.
Y por último la aplicación de un impuesto a la vivienda ociosa y avanzar en la expropiación a los grandes grupos inmobiliarios, que solo construyen para la especulación dejándonos rehenes de un sistema que se aleja de todos los derechos de las mujeres, los trabajadores, las niñeces y las y los jubilados". |