Diego Pérez (también miembro de Tonolec) presenta su proyecto musical personal de rasgos colectivos y nos cuenta su relación con culturas originarias, mientras estrena su simple “Juana Azurduy”.

El concepto es interesante y complejo: Nación Ekeko no es un proyecto solista del Tonolec Diego Pérez, más bien es su deambular personal a partir del cual genera encuentros con otros artistas de universos culturales diversos, aunque centralmente de raíces originarias de Latinoamérica. El resultado es una recuperación de música ancestral, pero con sonido del siglo XXI.

Las presentaciones en vivo de Nación Ekeko tienen un amplio colorido visual y sonoro, y para las composiciones (y también las “cocreaciones” como define Diego Pérez) logra comunión con artistas del mundo pop y melódico de la talla de Julieta Venegas, Hilda Lizarazu o Miss Bolivia. Ellas lo acompañan en su simple más reciente, la original versión de “Juana Azurduy”.

LID – Tenemos entendido que Nación Ekeko es un proyecto solista, pero el nombre expresa una idea de conjunto, de colectivo ¿hay un concepto diferente a un proyecto solista convencional?

DP - Si, la idea es el Ekeko como símbolo de viajero e hilo conductor, este personaje de la cultura andina que, en este caso en vez de traer maíz, tabaco, etc., trae en su mochila estos recortes de viaje por la gran Nación Latinoamericana. Por eso el nombre colectivo, porque incluye voces y paisajes que se van incorporando en todo el recorrido de este viaje sonoro. Además, la idea es siempre cocrear/improvisar con músicos y poetas locales en cada lugar al que voy.

¿Cuáles son tus principales influencias artísticas? ¿Cómo decidiste volcarte a la música?

La verdad es que tengo influencias musicales muy variadas, empecé haciendo rock después fui a estudiar música a Córdoba y estudié composición clásica, música electroacústica, música electrónica y folklore. Creo que la decisión de hacer música no fue una elección sino más bien una necesidad de expresarme y de expresar las ideas que me iban surgiendo y la forma que encontré fue desarrollándolas a través de la música.

Ya en tu trayectoria en Tonolec hay un importante trabajo de rescate de músicas de pueblos originarios ¿En qué medida hay una continuidad de ese trabajo en Nación Ekeko y cuáles son los aspectos distintivos?

Cuando inicie el trabajo de Tonolec junto a Charo Bogarin la idea fue sentirnos representados en un sonido que integre todas las culturas que conviven en nuestro suelo y nuestro tiempo presente y ancestral… Creo que con Nación Ekeko pude expandirme y salir un poco de mi región para llegar hasta México recorriendo gran parte de Latinoamérica, conociendo, aprendiendo y generando también un sonido más experimental, rompiendo el formato canción para conectar más con el ritmo y la danza.

El disco más reciente de Nación Ekeko es Qomunidad ¿Qué relación lograste establecer con personas de la comunidad Qom y artistas de otros pueblos originarios? ¿Te expresan opiniones, sentires?

Bueno, en estos últimos 20 años de trabajo he conectado con muchísimos artistas y poetas de comunidades originarias que me han inspirado, con cada uno tengo una relación personal particular… En general, hemos compartido encuentros y en algunos casos cocreado canciones. Creo que cada uno me ha ayudado a transformarme y a salir de mis propios paradigmas, poder ver el mundo desde otras cosmovisiones.

El último lanzamiento es un EP, una versión del clásico “Juana Azurduy”. En el video hay imágenes del movimiento de mujeres actual y es introducido por Estela de Carlotto de Abuelas ¿Cómo surgió hacer esta conexión entre esta figura de la historia argentina y las mujeres de nuestro tiempo?

Mi mamá fue militante feminista desde los años 60 en el Chaco, me crie en ese ámbito, y el movimiento feminista actual es uno de los movimientos que más esperanza me da a nivel social y que veo con posibilidades de generar cambios reales y estructurales. Con la versión de “Juana Azurduy” me pareció interesante poder marcar una línea de tiempo simbólica que una las luchas de mujeres históricas como Juana Azurduy o Madres y Abuelas de Plaza de Mayo con los movimientos feministas actuales.

En “Juana Azurduy” además volvés a trabajar con Julieta Venegas, también participan Hilda Lizarazu y Miss Bolivia ¿Cómo se concretó esta confluencia artística?

A medida que iba trabajando la versión me fui dando cuenta de que era interesante generar una estructura donde se puedan ir sumando voces femeninas, y así empecé a pensar en estas artistas que admiro por su mensaje y por su desarrollo artístico. La última incorporación fue la de Estela de Carlotto que siento que le terminó de dar forma y concepto a la canción.

Con Nación Ekeko participaste del proyecto “Planta & Canta” junto a Lalo Mir, también planteás que hay un mensaje sonoro socioambiental en el último disco ¿Cómo sintetizarías ese mensaje?

Me parece que el tema con el medio ambiente es muy sencillo: el problema es la ambición, sobre todo me gusta mucho la forma en que lo plantean los pueblos originarios cuando dicen “La naturaleza no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la naturaleza”. Creo que ese cambio de paradigma, si lo pudiéramos incorporar de a poco y vivenciarlo de una manera consciente, nos permitiría empezar a cambiar muchos de los comportamientos que hoy tenemos a diario.

En una entrevista del año pasado comentás “Me encuentro con gente de todo el mundo y así percibo que se construye una especie de comunidad planetaria y que funciona como respuesta a que las corporaciones también son redes mundiales”. ¿Cómo te parece que debería ser esa respuesta a las corporaciones que cada vez intentan imponer con más fuerza sus intereses?

Creo que en un mundo donde el poder económico maneja los gobiernos y las reglas del mercado, la única manera de hacerle frente y hacer pesar nuestras necesidades como comunidad es generando una Red donde estemos comunicados empáticamente y donde cada vez seamos más para generar un contrapeso con estos poderes hegemónicos.

Estuviste girando por Santa Fe y Entre Ríos en estos días ¿Cuáles son los próximos pasos de Nación Ekeko?

Así es, los conciertos en el Litoral estuvieron buenísimos y ahora estoy saliendo para Chile para una gira de cuatro fechas y al regreso ya sigo por Bolivia, prontamente también estaré por Brasil y a mediados de julio andaré por México y Europa. Cuando pueda frenar un rato también está la idea de terminar un disco nuevo que viene en camino.