Miles de personas han salido a la calle en toda Francia para protestar contra Macron el día de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Su nuevo mandato ha comenzado con represión. En París se ha desplegado un gran dispositivo policial que ha cargado contra los manifestantes y lanzado gases lacrimógenos.
Enmanuel Macron ha sido reelegido este domingo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales contra Marine Le Pen con el 58% de los sufragios, en un contexto de una abstención récord, no vista desde 1969.
Para protestar contra las políticas neoliberales que Macron se plantea llevar a cabo, miles de personas han salido a la calle en París y otras muchas ciudades francesas como Marsella, Toulouse o Rennes.
En París, la prefectura ha desplegado un considerable dispositivo policial. Los antidisturbios han rodeado la plaza de la República donde cientos de personas se reunían.
Cerca de Halles à Châtelet, la policía ha cargado y ha disparado granadas de gas lacrimógeno a los manifestantes.
Nada más ser reelegido, Enmanuel Macron ha hecho una nueva demostración de su proyecto autoritario y policial. La represión policial demuestra que frente a los ataques neoliberales que se producirán próximamente, la clase obrera, la juventud y los barrios populares deberán construir la respuesta en la calle, mediante las huelgas y manifestaciones.
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