Trabajadores de la Fábrica Textil Municipal de Palpalá denuncian que pidieron un aumento y empezaron los despidos. Exponen así la realidad detrás de los discursos del Intendente Rivarola, desnudando condiciones laborales de extrema precariedad, y el modelo de empresa que propone. Concejales del Frente de Izquierda, Julio Mamaní y Betina Riverso, se solidarizaron con la lucha de los trabajadores.
El 6 de abril, durante el inicio de sesiones del Concejo Deliberante, el Intendente Rubén Rivarola destacó en su discurso que la ciudad de Palpalá avanza en posicionarse como un municipio productivo a partir de la creación y puesta en funcionamiento de la Fábrica Textil Municipal (FTM). “Actualmente se planifica la ampliación edilicia y adquisición de más equipamiento, esto significa más producción y la generación de empleo” declaró el Intendente.
Pero los recientes despidos en la FTM muestran la verdadera realidad detrás de los discursos, ganancias que se erigen en base a trabajo precario que nada tiene que envidiarle a grandes textiles, como RA Intertrading de Villa Lugano, que a fines de marzo despedía a 800 trabajadores en Buenos Aires por pedir un aumento salarial.
Las penas son de nosotros, las ganancias son ajenas
Pero las similitudes no terminan allí, las vidas de las y los trabajadores son similares también. Relatos que muestran el verdadero rostro del modelo de empresas que desde el mismo Estado municipal se impulsan: máquinas de coser violencia laboral y precariedad.
G nos cuenta como trabajó en la textil desde abril del 2020 con la pandemia. “Me llamaron porque se manejar máquinas industriales; la señora Vanesa Saavedra es la que me ofreció trabajar ahí por 14 mil pesos, cosa que yo acepté porque como todos saben la situación económica estaba difícil en ese año. Todo ese año cobramos 14 mil pesos y al principio estaba todo bien, pero bueno, comenzaron después las exigencias, los arrebatos. Yo he visto como ella (Vanesa Saavedra), echó a varias personas de manera arbitraria.”
En 2020 la FTM comenzó funcionando en el piso superior de la la escuela municipal y pronto ocupó también la planta baja, llegando a tener 33 operarios. Hoy son la mitad, y tras un justo reclamo de aumento salarial, la respuesta fue de 5 despidos. Las denuncias de los trabajadores recaen sobre la encargada de la FTM, Vanesa Saavedra y el Director del Instituto Municipal de Desarrollo (IMD), Ezequiel Ortiz.
“Yo entraba a las 7 de la mañana cumplía 6 horas. Primero nos daban media hora de para tomar el té, pero después nos exigieron quince minutos para tomar el té. No podíamos poner la pava o éramos tantos chicos que una pava no alcanzaba para todos, así que teníamos que hacer hervir dos veces y 15 minutos no alcanzaban” sigue relatando G sobre las condiciones laborales.
Pero no es todo, “a fines de 2020 nos aumentaron mil pesos, o sea comenzamos a cobrar 15 mil pesos en el 2021; yo continúo trabajando porque la verdad la necesidad hace eso. En todo este año Vanesa Saavedra es la que siempre nos exigió, siempre nos pidió dar más, pero muchas veces vino y nos gritaba” nos comentan los trabajadores.
“Nunca nos dieron calor en invierno, en verano ese lugar no se ventila; en los baños no hay agua y tenemos que compartir un único baño varones y mujeres. Pero ellos siempre exigieron y exigieron el tema de producción, producción, producción; cuando no había cierres, no había hilo, no podíamos trabajar porque no había insumos. Pero después a quienes nos echaban la culpa era a nosotros, los maquinistas…”
Otra voz agrega, “mis compañeras y yo trabajamos desde que comenzó la pandemia, cuando la textil municipal estaba ubicada en barrio Belgrano. Desde ahí las compañeras y yo estuvimos en condiciones precarias. Aguantando una jefa autoritaria y prepotente, que nos humillaba constantemente y sin condiciones de trabajo decentes. Algunos compañeros renunciaron por su cuenta porque ya no aguantaron el maltrato. Ezequiel Ortiz y Vanesa Saavedra nunca me valoraron ni a mí ni a mis compañeras. Los dos son arrogantes y altaneros. A mí me echo por pedir un aumento que actualmente es 18900 pesos. El de mis compañeras es de 12 mil pesos. No se puede vivir con ese sueldo. Yo creo que mí reclamo fue justo. Sólo le pedí un aumento. No creo merecer esto.”
L también comenta “trabajo en textil de la municipalidad de Palpalá. Mi función es rectista, manejo la máquina industrial recta. Con todos mis compañeros de la mañana y los compañeros de la tarde tuvimos una reunión con la presencia del director Ezequiel Ortiz dónde se le solicitó un aumento y una posible jornalización, ya que algunos de nosotros no tenemos obra social, ni contamos con un plan o beneficio de ninguna clase. Tuvimos esa reunión para pedir el aumento porque nuestro suelo sinceramente no nos alcanza (los 19 mil pesos que nos están pagando), ya que la canasta familiar está valuada en 80 mil pesos, imagínense que es muy poco nuestro sueldo.”
Pasaron dos años, se trasladó la FTM a las dependencias del Casino, para que haya mayor espacio, pero no hubo respuestas en cuanto a las demandas sobre las condiciones laborales para las y los trabajadores. “Siguen entrando máquinas. Se compraron más máquinas, hay plata para eso, pero para mejorar nuestro ingreso económico no hay” sancionan.
«Nosotros ayer fuimos despedidos de manera arbitraria, nunca nos explicaron por qué nos van a despedir; siempre firmamos un contrato de solamente dos meses. Nos hacían firmar rápido; nunca nos dejaron sacar una fotocopia del contrato, nos decían que firmemos y nos retiremos. Durante un año se firmó y se retiraba el dinero de nuestro pago desde la municipalidad (nosotros tenemos las boletas); y después para no tener evidencia pagan a través del banco, nos hicieron hacer una cuenta. Así que ahí nos depositan y ahora, hoy en día, no tenemos comprobantes, como tampoco tenemos comprobante de lo que uno firma.»
“Es una pena todo lo que pasó hoy, el señor Intendente o el que fuere que nos dé una solución, queremos que nos den una solución porque nosotros queremos seguir trabajando, porque lo necesitamos; necesitamos trabajar.”
El municipio de la precarización laboral
Como mencionamos al principio, para el municipio, se trata de promocionar un “modelo” de empresa y de ciudad, para lo que no escatiman discursos ni recursos. La realidad es que el textil es uno de los sectores más explotadores: 70% de trabajo no registrado, grandes marcas tercerizando en talleres clandestinos, las escalas salariales de sus gremios (UTI, SOIVA, SETIA), arrancan de los 35 mil pesos, casi lo mismo que el “salario mínimo” oficial… y aún así muy lejos de los 12 mil o 18 mil pesos que perciben los y las trabajadoras de la FTM.
Las declaraciones de Ezequiel Ortiz fueron claras, avalan los despidos injustificados, dejando claro cuál es el modelo que busca promover el Gobierno Municipal. Van a defender la precarización laboral que se ve no solo en la FTM sino en distintos sectores del municipio, con trabajadores que dejan su salud y sus vidas por salarios de hambre.
Los trabajadores fueron recibidos por los concejales del Frente de Izquierda de la ciudad, Julio Mamaní y Betina Rivero, quienes conversaron con los trabajadores, tomaron la denuncia y se pusieron a disposición de su lucha. En el día de hoy el concejal Mamaní se encuentra acompañando a los trabajadores que se dirigieron al Ministerio de Trabajo de la Provincia y que además reclaman una audiencia con el Intendente de Palpalá.
“Nos solidarizamos y desde nuestras bancas vamos a apoyar la lucha de las y los trabajadores de la FTM como parte de nuestro compromiso de acompañar las demandas de los trabajadores. No se puede permitir que sigan los maltratos, el amedrantamiento y las persecuciones que sufrieron; ni que frente a la demanda de mejores condiciones laborales y salariales se responda con despidos. El Intendente Rivarola declaró que la FTM se encarga de realizar las prendas de trabajo para el municipio, para instituciones privadas y que va a aumentar su producción; pero son ganancias que aumentan en base a sostener la precariedad de sus trabajadores” declaró Mamaní.
Para finalizar declaró “hay que hacerles frente, uniendo esta lucha a la de los distintos sectores en la provincia que pelean por defender sus puestos de trabajo como los rurales en Ledesma o los despedidos de Garbarino; las organizaciones sociales que luchan contra el hambre y la pobreza; y junto a todos las organizaciones estudiantiles, sindicales, políticas que defiendan los derechos de las y los trabajadores. Esa fuerza es la única que le pude ganar a los salarios de hambre, la precarización y los despidos.”
Luego de la denuncia sobre está situación se espera una reunión con el Intendente, Rubén Eduardo Rivarola, para tratar su situación, pero todavía no tienen respuestas o garantías sobre su reincorporación.