Consulta, horizontalidad, participación…: los nuevos elementos del lenguaje del nuevo gobierno de Macron para disfrazar su falta de legitimidad
Este domingo 24 de abril, Emmanuel Macron fue reelegido con el 58,6 % de los votos, en un contexto de abstención récord. Un mandato que arrancó con un discurso plano, lejos del énfasis "jupiteriano" de 2017 (así denominaba a su presidencia el mismo Macron, en referencia al dios romano Jupiter, que estaba por encima de las contingencias terrenales) "Este voto me obliga", explicó en particular el Presidente, quien prometió en las últimas semanas un cambio de "método" para su nuevo mandato de cinco años. Macron y su séquito son conscientes de su fragilidad, después de un primer mandato explosivo de cinco años y del riesgo que lo acompaña.
En ese contexto, este último lunes ministros y familiares de Macron desfilaron por los canales de televisión y radios para declinar la promesa de este famoso " cambio de método ". La ministra de trabajo, Elisabeth Borne, insistió así en que el presidente "es consciente de la necesidad de reunirse, de apaciguar los ánimos". La ministra Agnès Pannier-Runacher (pequeñas y medianas empresas) también pidió un cambio de "método", al igual que Bruno Le Maire -ministro de Finanzas- quien dijo: "por supuesto que tenemos que cambiar nuestra forma de gobernar". Mientras que Olivier Véran (ministro de Salud) habló en el mismo sentido: "los mensajes han sido escuchados", prometiendo "consultar más (con) los franceses ”, Jean-Michel Blanquer (cartera de Educación) retomó estos elementos del lenguaje, señalando: “habrá cosas y temas nuevos en los que se pondrá más el acento, siendo central la ecología. El método será lo más participativo posible en un país que necesita avanzar hacia menos radicalismos y más matices".
"Horizontal", "consulta", "cambio de método". Los elementos del lenguaje son fáciles de identificar y el objetivo claro: dar la impresión de una ruptura del segundo quinquenio, y compensar la debilidad y poca legitimidad electoral por un gobierno "más "participativo".
El eje central de estas declaraciones de intenciones, las consultas sobre el modelo de Convención Ciudadana por el Clima. Cuatro de ellas están previstas en los próximos meses, como apunta Thierry Pech, director del think-tank Terra Nova y copresidente de la Convención Ciudadana por el Clima, en l’Opinion: "una convención ciudadana sobre el final de la vida, una consulta de todos los actores de la comunidad educativa sobre la escuela, una consulta territorial sobre la oferta de salud, y finalmente una transición ecológica más negociada en los sectores económicos y los territorios”.
Un método que hará sonreír a quienes recuerdan la mascarada que fue la Convención Ciudadana por el Clima, que se saldó con el veto del Gobierno a gran parte de las medidas que chocaban demasiado con los intereses de la patronal.
Reforma de pensiones: prueba de fuego. Contradicciones de las promesas gubernamentales
Sobre todo, las promesas de consulta chocan con la voluntad del gobierno de aplicar el programa para el que fue electo. Como la reforma central de pensiones. En este campo, la hipocresía también está en orden. Gabriel Attal, el portavoz del gobierno de Macron, anunció así el lunes por la mañana que el gobierno iba a "multiplicar las consultas" para “escuchar las inquietudes” sobre la reforma.
Detrás de estas grandes palabras, está en realidad el mapa del “diálogo social” que el gobierno pretende sacar a la luz. En este sentido, Macron anunció una "conferencia social" sobre la reforma de las pensiones para poder lanzarla "a partir del próximo otoño", haciendo algunas promesas como la subida de las pensiones o el posible aumento de los mínimos sociales. Aquí nuevamente, el anuncio quiere ahuyentar el espectro de las huelgas masivas que había provocado la reforma del Alto Comisionado de Pensiones Jean -Paul Delevoye, y espera poder contar con el apoyo de dirigentes sindicales.
Pero incluso con tal método, el miedo sigue siendo fuerte. En uno de los diarios económicos más importantes de Francia, Les Echos , la peridiosta e investigadora Elsa Freyssenet relata en el artículo “Las opiniones divergentes de dos lugartenientes del Jefe de Estado sobre el contenido de la política": “si la respuesta democrática es que aplico mi programa cueste lo que cueste, eso no responde a la ira”, dice uno. “Cuando te eligen con una mayoría, tienes que desplegar tu programa, de lo contrario es la tiranía de la minoría”, dijo el otro. En este sentido, mientras algunos editorialistas señalan el peligro de una "tentación de inacción" y enfatizan "la necesidad de una rápida implementación de la reforma de las pensiones", otros instan a una reforma institucional previa en un intento por ampliar la legitimidad del gobierno. Una preocupación que se refleja en dudas sobre la composición y naturaleza del segundo mandato de Macron.
Con su base social extremadamente frágil y el odio que suscita, gobernar es más que nunca un desafío para Macron. De ahí las promesas de “cambio de método” y los debates suscitados por ellas
En este contexto y ante el temor del gobierno a las manifestaciones en la calle, es fundamental preparar la contraofensiva, no solo para impedir las contrarreformas del gobierno, sino también para exigir medidas tan elementales como aumentos salariales para todos. En este sentido, debemos exigir a las direcciones sindicales que rompan el diálogo social y establezcan un verdadero plan de lucha, trabajando en la conformación de un bloque de resistencia, capaz de oponerse frontalmente al macronismo y preparar la respuesta en el terreno que mas temen los grandes empresarios y su representante político, Emmanuel Macron, con asambleas en los lugares de trabajo y estudio y tomando las calles para movilizarnos. |