Pascual Cantero (MUERDO) sube último al escenario luego de los músicos de una banda que va sonar ajustadisima durante todo el show. Cuando aparece ante el público ya se percibe algo de ese vínculo que cruza al artista, al músico, al cantante, al letrista y al “frontman”. Se escucha una ovación, algunos silbidos, su nombre.
Cuando va bajando ese todavía tímido y frío intercambio con el público, alguien lanza el primer: “Muerdo te amo!!. No será el primero.
A poco de iniciado el show, luego del primer o segundo tema MUERDO le pide a la productora que por favor haga bajar a la gente que estaba ubicada en las plateas altas y en la zona de pullman hacia las plateas bajas. Las entradas obviamente no tenían los mismos valores, pero MUERDO insiste. A los pocos minutos todo el nivel inferior del teatro está lleno y la cercanía entre el público y los artistas está lista. Va a ir en ascenso durante todo el viaje musical.
La música de MUERDO explora y recorre sonoridades que unen su tierra natal, en Murcia, los ritmos urbanos y, con mucha presencia, ritmos latinoamericanos desde el norte hasta el sur. Todo eso funciona en su música cómo herramientas para que ese mensaje que busca transmitir llegue más claro. Obviamente, uno se puede quedar con la sonoridad, el ritmo que engancha, el buen despliegue de la banda. Pero no cuesta casi nada ir un poco más allá, desempolvar ideas, sensaciones, momentos y sentimientos de la mano de su música. Ahí, quizás, esté uno de sus mayores logros.
El de MUERDO es un canto de esperanza que logra tocar algunas fibras ocultas. En sus canciones aparece también una evaluación sobre el propio cantar, cómo función vital, que se vuelve necesidad.
Hacia el final del show, con el Gran Rex ya completamente tomado por la música, luego de haber saltado, bailado y cantado, llega el tiempo de las menciones y los reconocimientos. En particular al trabajo de la gente de la radio La Colifata. Pascual apela a alguna de sus lecturas y trae a Jack Kerouac:
“La única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas.”
MUERDO recuerda algo que ha planteado en otras oportunidades, el clima futbolero que se percibe en los recitales de Argentina. Lo disfruta al comentarlo.
Quedan frases resonando.
Andamos con la alegría de construir lo nuevo. Y con la victoria colgando del cuello.
MUERDO en el Gran Rex lo hicieron:
MUERDO: Voz
Dalmiro Delfín Aguirre: guitarras y coros
Julián Ambos gancberg: teclados y coros
Victor Fernandez sanders: contrabajo, bajo eléctrico y coros
Florencia Gateño: coros
Felicitas Rocha: trombón
Jeanette Nenezian: trompeta
Martín Morales: percusión
Pedro Colpachi: batería
Artistas invitados: Bahiano, Connie Isla, Sofía Viola, Rochi Igarzabal y Maximiliano Padín.
|