Fotos: Facebook de Sergio Heredia y vecinos de Choele Choel
Esta mañana los abogados de la familia de Daniel Solano recibieron una notificiación del juez Julio Martínez Vivot en la que informa que no hizo lugar al pedido de la querella para que el geólogo Walter Ovejero, especialista en perforaciones, pueda mirar un pozo del campo La Manuela y sugerir las formas seguras para bajar y ver si allí está el cuerpo del joven desaparecido.
Ante este nuevo revés judicial, el padre del obrero golondrina de Tartagal que el 5 de noviembre de 2011 fue visto por última vez en un boliche de Choele Choel, decidió encadenarse en el lugar donde acampa hace más de tres años y comenzar una huelga de hambre “seca”.
No es la primera vez que el padre de Daniel toma esta medida. En mayo de 2012 ya lo había realizado durante varios días, lo que le produjo algunas complicaciones de salud. De allí la preocupación de familiares, abogados y vecinos frente a esta nueva decisión.
En diálogo con La Izquierda Diario Pablo Solano, hermano de Daniel, dijo que su padre “ya estaba pensando hace rato” en tomar esta medida “frente a todo lo que viene sucediendo”. En referencia a este accionar de la Justicia manifestó que “siempre nos ponen palos en la rueda. Hoy teníamos previsto inspeccionar el jagüel con el geólogo que presentamos, pero la Justicia no hizo lugar y dicen que ahora ellos quieren presentar un geólogo nombrado por ellos. Pero ya ha pasado mucho tiempo desde la primera experiencia que hicieron el año pasado en el lugar. Desde entonces el trabajo que la Justicia tenía que hacer nunca lo hizo. Esperaron a que nosotros trajéramos a un experto en perforaciones y que dijera que sí se puede limpiar e inspeccionar el pozo para recibir la mala noticia de que no nos dejan inspeccionar el jagüel”, sentenció.
Juez y parte
La nueva medida de Martínez Vivot se corresponde con un largo itinerario en el que abundan las resoluciones tendientes a no investigar y las inacciones frente a los pedidos de la querella. Tan es así que el mismo juez y el fiscal de la causa fueron denunciados por encubrimiento por parte de la familia.
Vale recordar que, como informó oportunamente La Izquierda Diario, en julio Martínez Vivot había resuelto liberar a los siete efectivos de la Policía de Río Negro procesados por la desaparición del joven salteño, argumentando que se habían cumplido los plazos de la prisión preventiva.
Entre las medidas de prueba solicitadas por los agobados de la familia se encuentra la inspección sobre el profundo pozo ubicado dentro del campo La Manuela, ubicado a 20 kilñometros de Choele Choel. El año pasado un testigo declaró que en ese jagüel fue tirado el cuerpo de Daniel Solano para que no se encuentre nunca más.
Leandro Aparicio, quien junto a Sergio Heredia patrocinan a la familia, también dialogó con este diario. El abogdo recordó que “en diciembre del año pasado hubo una inspección al campo donde está el pozo, donde participaron Gendarmería y la policía. Allí midieron la profundidad del jagüel. Posteriormente el fiscal y el juez llamaron a tres jagualeros por teléfono, los llevaron hasta el lugar y les hicieron decir que era peligroso bajar por cualquier medio. Pero esos mismo jagualeros dijeron que hacía como diez años que no iban por el lugar. Dicho eso el juez determinó que no se puede bajar a inspeccionar”.
Ante el desinterés y la inacción judicial, cuenta Aparicio, “trajimos desde una universidad de Salta (la única especializada en Latinoamérica en ingeniería en perforaciones) al geólogo Walter Ovejero. En principio él vino a realizar una inspección visual para después establecer la manera segura de bajar, que en este caso sería con un encamizado de caños de plástico resistente que permite que una persona vaya bajando y viendo qué hay. Y así podríamos determinar si está el cuerpo de Daniel.”
Frente a esta propuesta científica de la querella, la negativa del juez no se hizo esperar. Ni siquiera se permitió que Ovejero pueda acercarse al jagüel. “NO HA LUGAR”, dice con mayúsculas Martínez Vivot en su escrito (que se adjunta en esta nota). E indica que hasta el momento sólo ordenó “designar a un perito de oficio en la materia de geología en perforación de pozos o ingeniero en estructuras con la finalidad de que haga saber sobre la factibilidad de poder descender al jagüel mencionado”. Aclara, a su vez, que no ha autorizado “la realización de ninguna pericia o medida para el descenso al jagüel y/o extracción de los elementos que hay en su interior”.
Así, quien tiene la responsabilidad de llegar a la verdad lanza un nuevo mensaje dilatorio. “Quieren desgastarnos”, afirma Aparicio, y “esta negativa a que el geólogo pueda inspeccionar la zona del jagüel va en ese sentido. Insistimos en que queremos que se permita que Walter Ovejero, un experto en perforaciones con treinta años trabajando en el tema, diga cómo se puede bajar de manera segura al jagüel.”
Indignación y solidaridad
Conocida la noticia, desde la mañana del jueves la población de Choele Choel comenzó a comunicarse por las redes sociales. Muchos vecinos fueron acercándose a lo largo de la jornada al lugar donde se encadenó Gualberto, en las puertas del juzgado de la localidad y frente a las carpas en las que habitan él y parte de su familia desde hace más de tres años y medio.
Pablo Solano agradeció a quienes desde temprano comenzaron a acercarse al acampe para solidarizarse con Gualberto, acompañarlo y manifestarse contra este nuevo revés.
“Necesitamos la presencia del pueblo ahora. La presencia de los compañeros de todos lados para acompañar. La salud de Gualberto no está bien necesitamos que todos se sumen”, decía por Facebook una vecina que desde el primer momento está junto a la familia de Daniel.
Otra habitante de Choele Choel, en la misma red social, decía “¡despertemos pueblo! Hay un padre encadenado e iniciando una huelga de hambre, esperando justicia por su hijo... ¡Apoyemos esta lucha que es de todos! Esperamos la presencia, ¡tengamos humanidad!”.
Para Leandro Aparicio “acá hay una cuestión que va más allá de la ley y es que el padre de Daniel quiere saber dónde está su hijo y si allí están sus restos o no”. A su vez, sobre las derivaciones del caso, firmó que “se encuentre o no el cuerpo en ese jagüel quedarán determinadas otras consecuncias. Pero no podemos quedarnos solamente con la elevación a juicio de los siete policías. Por eso acá está denunciado el antes, el durante y el después de lo que pasó con Daniel Solano, los móviles que están relacionados con la trata de personas para explotación laboral y sexual, y con el tráfico de drogas. Todo eso subyace en este caso y sobre eso no se quiere hablar. Por eso encontrar el cuerpo de Daniel es una forma concreta de probar lo que pasó. Pero ya hay 26 causas conexas sobre trata, narcotráfico, corrupción y hasta encubrimiento por parte de jueces y fiscales.”
El abogado de Gualberto Solano finalizó diciendo que “lo que está pasando acá es un pequeño retrato de lo que pasa en el país. Obreros explotados, sindicatos corruptos, Justicia corrupta, policía corrupta y asesina, sicarios y grupos de tareas, desapariciones. Esto sigue pasando y todo el discuro y el relato de los ’derechos humanos’ se cae de una manera muy gráfica con todo lo que está pasando en el caso Solano”, sentenció. |