Resulta paradójico que después de la revuelta de 2019 que pretendía borrar la herencia de la dictadura, en la principal universidad pública del país siga rigiendo un sistema de gobierno feudal, donde unos pocos que ganan millones deciden que la crisis de financiamiento que azota a la educación pública la paguemos les estudiantes con la subida de aranceles o les funcionaries a través de la precarización laboral y los despidos.
Es un sistema ponderado en función a la cantidad de horas en donde resulta que la mitad de les académiques votan ½ o ⅛ de voto y que castiga la representación de que quienes tienen los contratos más precarios e inestables. Esto sólo prolonga el predominio de las posiciones políticas más conservadoras ya que quienes votan voto entero son quienes más tiempo llevan en la U, relegando las nuevas voces.
Además, al no permitir votar a les estudiantes y funcionaries mantiene una visión elitista del proceso educativo y la universidad misma, como si sólo les académiques tuviesen derecho a decidir el rumbo de la universidad, la orientación del conocimiento y su vinculación con la sociedad.
Si les estudiantes y les funcionaries no disputamos el control de la universidad, nunca podremos ponerla al servicio de la clase obrera y el pueblo o siquiera resolver nuestros problemas a la interna.
Necesitamos cogobierno triestamental para acabar con la desigualdad presupuestaria entre las facultades que tienen infraestructura de punta y otras que se caen a pedazos, para frenar los despidos y la precarización laboral, para generar protocolos contra la violencia machista que sean gestionados por las comunidades y que cuya aplicación no quede subordinada a la buena voluntad de las autoridades, para una educación que no nos cueste la vida de compañeres que se matan por la presión académica y sobre todo para salir unificados a luchar por una educación pública gratuita y de calidad que ponga por delante las necesidades la clase obrera y el pueblo y no las ganancias de los empresarios.
¡No más autoridades neoliberales que ganan millones a costa del mantenimiento de la educación de mercado!}
¡Una persona, un voto, que se terminen las autoridades unipersonales y que el control de las universidades pase a las comunidades en donde todes y entre iguales decidamos qué educación necesitamos! |