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1ro de mayo de 2022 Twitter Faceboock

Estados Unidos
La peor pesadilla de Jeff Bezos es el sueño de organización de la generación U
Adriana Bilbao | Abogada - Integrante del CeProDH

En EEUU, uno de los países más antisindicales, lxs trabajadores de Amazon pudieron poner en pie por primera vez su propio sindicato, ahora son conocidos internacionalmente como la generación U. La joven clase trabajadora norteamericana rinde el mejor homenaje en vísperas del 1º de Mayo a los Mártires de Chicago que fueron condenados a muerte por pelear por la jornada laboral de 8 hs. ¿La generación U puede ser una inspiración para la juventud trabajadora argentina que pelea por sus derechos y lucha contra la precarización?

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Ejemplos de organización, ¿que es la generación U en EEUU?

El término Generación U surgió de una publicación en “The Washington Post”. La “U” es por “U” de Union, y Union en Estados Unidos quiere decir Sindicato. Es que en EEUU se está dando un fenómeno por abajo ya que los trabajadores de Amazon fundaron su primer sindicato, como también lo hicieron los trabajadores de Starbucks, hasta los trabajadores precarios de Disney están pensando en organizarse. En un país donde solo el 10% de la clase trabajadora está sindicalizado, la generación U se atrevió a organizarse en el corazón del imperio.

«“Queremos dar las gracias a Jeff Bezos por ir al espacio, porque mientras él estaba allí arriba, nosotros estábamos afiliando trabajadores” - Chris Smalls, trabajador de Amazon y uno de los referentes del movimiento.»

Ahora bien, para comprender un poco más, la generación U no salió de la nada. Se trata de jóvenes de 20 años -millennials y zoomers- que entran al mundo laboral, y se enfrenta a los contratos precarios y a los multimillonarios en un contexto de crisis y de pandemia en EEUU. Es una generación que no acata las reglas del neoliberalismo salvaje, que no acepta vivir endeudada, que le motiva la política que desafía el status quo y que tienen esperanza en que los sindicatos puedan ser una herramienta democrática para defender sus derechos ante los CEOS asquerosamente millonarios. Los lideres de este movimiento tienen alrededor de 20 años, son negros y latinos y su lucha por la sindicalización esta relacionada a la ampliación de derechos en la población negra y latina de EEUU, confluye con el movimiento Black Lives Matter (también conocido por las siglas BLM; en español: «Las vidas negras importan» o «Las vidas de lxs negrxs cuentan» es un movimiento internacional y originado dentro de la comunidad afroestadounidense contra la discriminación y represión policial.

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Los trabajadores de Amazon se encuentran entre los más explotados de EEUU, trabajan 10hs con descansos de 30 minutos. Son recurrentes las denuncias de jornadas largas y agotadoras sin periodos de descanso de mucho esfuerzo físico que les genera enfermedades laborales, incluso hay denuncias de trabajadores que no pueden ni ir al baño. Los conductores que entregan los pedidos tienen que seguir un camino armado por una inteligencia artificial que no contempla las necesidades fisiológicas del trabajador, sino que prioriza el recorrido más rápido para entregar cada paquete, la empresa utiliza cámaras en cada vehículo donde los intimidan. Este es un método patronal para que no paren de trabajar, y muchos de ellos son humillados y obligados a orinar en botellas que llevan dentro de los vehículos para evitar ser amonestados por su tiempo de inactividad y perder su puesto de trabajo.

Ante esto, los trabajadores empezaron a organizarse y enfrentarse a Jeff Bezos (uno de los hombres más ricos del mundo). Frente a esto la empresa Amazon no dudó en invertir para evitar esta ola de sindicalización, pagó a consultores antisindicales aproximadamente 4,3 millones de dólares en 2021, según documentos presentados ante el Departamento de Trabajo de EE. UU. A muchos de esos “consultores” se les pagaba $3200 al día por su trabajo.

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El hartazgo por estas condiciones laborales sumado a un contexto de crisis económica generaron un impulso en un sector de la juventud nortemaricana en construir sus propia organización y esta repentina victoria desafía lo establecido y empalma con un fenómeno muy interesante de una juventud diversa y laburante que también fue parte de la lucha contra el racismo, el machismo, y el movimiento de mujeres y de la diversidad. Es una juventud que está más golpeada por la pobreza y la precariedad, que vive endeudada , que sufre el capitalismo individualista que te dice todo el tiempo “sálvate solo”, por eso también empezó a popularizarse por abajo la idea de socialismo como un sistema alternativo a la miseria capitalista. Es la generación que le importa la crisis ambiental que arrasa nuestros pueblos y tierras, que ha vivido en una pandemia mundial que demostró, categóricamente, que son trabajadores esenciales y exigen que los traten como tal, y que ahora sufren las consecuencias económicas de la guerra en Europa, que no tiene ni tiempo ni libertad para disfrutar.

Todos estos elementos se combinan con el odio a Jeff Bezos y a los multimillonariosque se benefician con la explotación de los trabajadores mientras ellos se volvían cada vez más ricos, sus trabajadores y familias se volvían cada vez más pobres . Nota aparte, fue una noticia que alegró a muchos jóvenes en el planeta, que a Jeff Bezos le hagan un sindicato la juventud trabajadora, fue “justicia poética”.

¿No da esperanza de que no todo es resignación? ¿la miseria y el vivir para trabajar son cosas que podemos cambiar? ¿Puede la generación U ser un ejemplo para la juventud en distintas partes del mundo y Argentina?

Por eso en un contexto de desigualdad creciente genera cuestionamientos profundos a las reglas establecidas en este sistema como por ejemplo que la riqueza mundial está en manos de solo 2000 multimillonarios que tienen el poder mientras 1 de cada 10 personas vive en la pobreza más extrema, y la mitad de los jóvenes en el mundo son pobres. Bajo esta situación salió a la luz un reciente informe del Fondo Monetario Internacional donde se plantea que hay que cuidar a los más vulnerables, que los gobiernos generen una red de contención, política focalizadas para los hogares vulnerables para amortiguar el golpe y contener el riesgo de la tensión social.Argentina es el país más intervenido por el FMI en todo el mundo, conocer la historia de la generación U en EEUU es una suerte de inspiración para los jóvenes trabajadores de Argentina que trabajan en las mismas condiciones y que no tiene nada que perder y no le debe nada al capitalismo, una inspiración como fueron las rebeliones en Latinoamérica contra los planes de ajuste de los gobiernos. Ahora bien, veamos la situación de la juventud trabajadora argentina.

Argentina: La precarización nos está robando la vida

A diferencia de la generación U en Estados Unidos, Argentina cuenta con una larga e importante historia de procesos y organización sindical durante gran parte del siglo pasado, logrando que millones de trabajadores se nucleen en diferentes sindicatos. Sin embargo, este alto grado de sindicalización presenta un límite concreto: las conducciones burocráticas son funcionales a los intereses de los empresarios, lo cual se traduce en una "crisis" de representación que sufre la juventud trabajadora que ya no ve al sindicato tradicional como una herramienta, sino como el enemigo aliado al patrón. Esto se suma a una crisis generacional entre una nueva clase obrera que ingresa a la producción y las conducciones burocráticas de los sindicatos, por ejemplo Cavalieri -dirigente del sindicato de comercio- que tiene 85 años, su lenguaje, su contenido, su forma de hacer política no conmueve a ningún joven trabajador. Pese a estas burocracias, los sindicatos siguen siendo importantes herramientas que tienen los trabajadores y apostamos a conquistarlos desde las agrupaciones clasistas y antiburocráticas que disputen desde abajo una nueva forma de organización.

A partir de esta crisis entre representados y representantes surgen, de manera incipiente en algunos sectores, nuevas formas de organización y nuevas vías para hacerse escuchar, en la perspectiva de volver a conquistar los sindicatos para que sean nuevamente herramientas, jubilando con la lucha a los viejos burócratas. Pero esto solo será posible uniendo cada trabajador ocupado y desocupado, volviendo a los métodos democráticos, las asambleas y coordinadoras de lucha, huelgas, movilizaciones y oposiciones sindicales. La frase de los empresarios y los burócratas es “divide y reinarás”, los jóvenes trabajadores comienzan a popularizar el “Si tocan a unx, tocan a todxs”.

En Argentina existen más de 19 millones de trabajadores activos, entre los cuales casi 1.3 millones son desocupados. La precarización abarca a unos 7.1 millones de trabajadores considerando a los que no están registrados (“en negro”), trabajadoras y trabajadores en casas particulares, monotributistas y monotributistas sociales [1] . La población entre 16 a 24 años, como señala el libro “Rebelde o Precarizada” (2019) del diputado por el PTS-FIT Nicolás del Caño, presenta un porcentaje de informalidad que ronda el 60% desde el año 2006, porcentaje que se incrementó durante la pandemia.

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La nueva generación que ingresa al mercado laboral es la que se crió con la idea, transmitida por el capitalismo de que a una determinada edad ya tenías que poder tener la casa, el autito, una familia y vivir tranquilo. Pero es la generación que ya nació endeudada y que no tiene ninguna posibilidad de eso, muchos jóvenes van todos los días a trabajar en condiciones precarias para poder independizarse. Hace unos días se viralizó por redes sociales la imagen de la chica desocupada que se caía a las vías del tren por no haber comido y otra imagen de un pibe que roto del sueño se duerme y atasca la cabeza en el asiento del tren Roca. Se ve como la precarización nos está robando la vida.

“Si laburas bien, llegas temprano y no rompes las bolas te va a ir bien” dicen los encargados y jefes de estos trabajos donde va rotando la juventud. Pero cuando el contrato termina la efectivización nunca llega y te dicen que al final no necesitan tanta gente. Así hasta que “la pegas” en algun deposito o fabrica donde cobras 50 o 60 lucas o un poco más con las horas extras que llegan a ser de 12 hs por jornada o tienen múltiples trabajos, mientras la inflación es récord, y cuando la canasta básica alimentaria es de $82.696 [2]. Pero luego hay jóvenes que la pasan peor, los que no tienen trabajo. De acuerdo con los últimos datos del Indec, en el primer trimestre de este año la desocupación se ubicó en 12,3% para las mujeres, mientras que para los varones fue de 8,5%. En el rango de entre 14 y 29 años, la desocupación asciende para las mujeres el 24,9%, por encima del 23,9% de igual período del 2020, mientras que en varones alcanza el 17%, por debajo del mismo trimestre del año pasado (18,5%) [3].

En el país donde hay un cogobierno con el FMI donde las salidas ante la crisis son variadas, como la de los libertarios que hablan de la libertad de explotar “mejor”, donde quieren usar recetas antiguas de sabor noventista cómo dolarizar y privatizar, instalando el sentido común contra la protesta social a favor de la represión policial, o donde el peronismo que tiene adentro gente como Zabaleta que dice que “hay que sacarle los planes sociales a los sectores más vulnerables y golpeados por la crisis”, y a Cristina que aparece con Massa (el que quiere bajar la edad de imputabilidad) y te dice que la salida es la regulación del Estado cuando vienen demostrando que regulan para los empresarios y el imperialismo, no podemos esperar que la solución venga de los mismos que son parte del problema.

La izquierda propone otra salida y otro futuro

Ante un gran problema como la desocupación, presentamos la propuesta del diputado Nicolás del Caño que tomamos en manos desde la Red de trabajadores Precarizados Informales y Desocupados de reducir la jornada laboral para que todos trabajemos 6 horas al día, y generar un millón de puestos de trabajo. Se podrían repartir las horas entre ocupados y desocupados, y pensar la economía y la producción desde las necesidades sociales y no desde las ganancias, y resolver problemas tan importantes como el hambre, la creación de trabajo genuino, la construcción de viviendas, y tener tiempo para que la vida sea otra cosa.

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La necesidad de reducir la jornada laboral, con un sueldo que cubra todas las necesidades fue una de las ideas que llegaron a los grupos de whatsapp entre repartidores, pibes desocupados o que hacen changas, así como en los supermercados o los call center. Para esa juventud no hay explicación a que muchos laburan hasta 12h por día, no tienen ni tiempo para descansar, mientras muchos otros buscan trabajo y no encuentran.

Si la demanda de las 6 horas es tomada en sus manos por muchos y muchas trabajadoras de distintos gremios y sectores, se pueda llevar eso a los sindicatos como demanda y aumentar la participación política de los trabajadores. ¿Cómo lograrlo? Es necesaria la unidad de todos los trabajadores, siendo ocupados o desocupados, precarios o con contratos mejores, acompañado por la juventud que se rebela, por las mujeres que luchan por sus derechos, proponiendo la movilización popular y paralizando la producción, el transporte y logística, los aeropuertos, las centrales eléctricas, y organizando la autodefensa, que es la resistencia organizada de los trabajadores para defender sus organizaciones y sus derechos contra la patoteada de la burocracia sindical y otros reaccionarios a favor de los empresarios.

Mientras aumenta la organización por abajo de forma clandestina en los lugares de trabajo enfrentándose a las burocracias sindicales, en los barrios y en las calles se extiende una red de jóvenes precarizados y desocupados en la perspectiva de luchar por sus derechos. Además de los propios sindicatos es necesario generar organizaciones nuevas en momentos donde haya más radicalización social ya que dentro de los propios trabajos es difícil por el peso de las patotas de la burocracia y la amenaza del despido. Esta construcción de nuevas organizaciones democráticas podrán ser coordinadoras, asambleas populares con representantes revocables, etc. El desarrollo de estos espacios sería una alternativa a la crisis generada por los poderosos, mientras se sigue construyendo la fuerza desde dentro de los lugares de trabajo en perspectiva de conquistar la dirección de los sindicatos para transformarlos en espacios democráticos y de coordinación que agrupa al conjunto de los trabajadores sin importar el gremio o el sector. Pero hay muchos trabajadores en la informalidad, sin registración o que son desocupados que no están sindicalizados, para ellos estas nuevas organizaciones serán espacios de unidad entre todos los laburantes sin importar su condición en el mercado laboral ya que esa unidad es la que se necesita para doblegar la fuerza de los capitalistas.

Desde la Red de trabajadores precarios informales y desocupados somos un movimiento de miles de pibes y pibas en todo el país que luchan por la reducción de la jornada laboral, por trabajo con derechos y todas nuestras reivindicaciones. Apostamos nuestras fuerzas a desarrollar la organización de los trabajadores, conocer la historia de la generación U da fuerza e inspiración. Venimos de un gran campamento de la juventud trabajadora y estudiantil, donde empezamos a coordinar y organizarnos en perspectiva de luchar por otro futuro contra la resignación que nos quieren imponer. Estamos en la primera línea luchando por vivienda digna junto con las familias de Guernica, los Ceibos,el barrio de la 31, etc, desarrollamos los talleres de oficio y cultura como espacios para que los jóvenes puedan acceder a una capacitación para tener un trabajo genuino y acceder a la cultura. Mientras impulsamos la organización clandestina y sin buchones dentro de nuestro sindicatos en las distintas ramas como comercio, apps, gastronómicos, pasteleros, metalúrgicos, etc. nos unimos a los jóvenes desocupados y rechazamos las divisiones que nos quieren imponer entre trabajadores activos y los piqueteros, que solo favorecen a los mismos de siempre. Por eso hay que difundir la lucha de los desocupados por trabajo genuino dentro de los lugares de trabajo, exigiendo que los sindicatos se sumen a la lucha por repartir las horas reduciendo la jornada laboral 6hs y generar nuevos puestos de trabajo es una vía para trabajar menos y trabajar todos. Si queremos tener un futuro mejor, el presente tiene que ser de lucha. Desde la Red nos proponemos construir otra alternativa desde hoy, y queremos que vos también seas parte.

En la pelea por el tiempo se encuentra el deseo por conquistar una nueva sociedad donde gobiernen lxs trabajadores y donde todo el desarrollo de la ciencia y de la técnica esté puesta al servicio de reducir al mínimo el trabajo indispensable hasta que represente una porción insignificante de las ocupaciones de los seres humanos, planificando conscientemente la economía y pudiendo satisfacer todas las necesidades colectivas, abrir paso al tiempo libre y al ocio, a la amistad y al amor, y con ello al desarrollo de la cultura, la ciencia, el arte, la educación y el deporte, que la ciencia y la inteligencia esté al servicio de resolver los grandes problemas de la humanidad, desplegando todas nuestras capacidades en armonía con la naturaleza.

Mientras los capitalistas se organizan en sus propios partidos, los jóvenes trabajadores y el conjunto de la clase obrera tienen que tener el propio. Nos acostumbran a que los trabajadores no hagamos política, o muchos dicen que son apolíticos o que no les interesa, este sentido común nos desorganiza o hace que vayamos atrás de partidos que administran la miseria capitalista. La frase del viejo revolucionario ruso León Trotsky contiene mucha vigencia:

“Queridos amigos, no somos un partido igual a los demás. No ambicionamos solamente tener más afiliados, más periódicos, más dinero, más diputados. Todo eso hace falta, pero no es más que un medio. Nuestro objetivo es la total liberación, material y espiritual, de los trabajadores y de los explotados por medio de la revolución socialista”

La izquierda argentina parte de haber conquistado 4 diputados y de ser un factor en la escena nacional y esta conquista tiene que estar puesta en desarrollar la movilización popular e impulsar movimientos de lucha junto a otras organizaciones. Este es un importante punto de apoyo, mientras tanto tenemos el desafío de construir nuestras propias organizaciones, y poner en pie un partido revolucionario, con un programa y en una práctica militante que defiende la lucha socialista. ¿Pero cómo? logrando fuerza, sumando a cada compañero y compañera, agrupando en cada lugar de trabajo y estudio, difundiendo estas ideas en cada lugar importante donde haya muchos trabajadores y jóvenes. Este partido de la clase trabajadora y los oprimidos es la herramienta para dirigir toda la fuerza creadora de los trabajadores, impulsando la unidad de todos los laburantes que estén dispuestos a pelear por los intereses de su clase. Un partido que lleve hasta el final la pelea por pensar una economía planificada y un gobierno de lxs trabajadores en ruptura con el capitalismo.

En este deseo de pensar un futuro distinto, el ejemplo de la generación U es el mejor homenaje, en estos días que se conmemora el 1º de Mayo, a los trabajadores que hace más de 100 años fueron condenados a muerte por pelear por la jornada laboral de 8 hs. Hoy la pelea por el tiempo y el futuro es con una clase obrera diversa que está dando sus primeros pasos en la organización y en la solidaridad. Si los capitalistas en todo el mundo usan los mismos métodos del siglo pasado de represión y persecución dentro de las fábricas y lugares de trabajo, la nueva juventud trabajadora tiene el desafío de saber de su historia para no empezar de cero

No todo se dará igual, pero seguramente si los mártires de Chicago estuvieran ahora, se juntarían a charlar con una joven trabajadora de Amazon para organizar una huelga, o se sumarían a las movilizaciones de Black Lives Matters mientras usan las redes sociales poniéndose en contacto con los jóvenes trabajadores del mundo para pelear por conquistar una nueva sociedad.

 
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