A casi 4 años de su muerte, la Universidad de Chile informó que se cerró el proceso interno que buscaba establecer responsabilidades al interior de la institución, pues se concluyó que nadie tenia responsabilidad alguna en lo ocurrido; pero no solo eso, además no se han tomado medidas mínimas para que situaciones de evidente riesgo para las y los trabajadores no se vuelvan a repetir, garantizando, por ejemplo, un transporte adecuado.
Frente a esta situación de máxima gravedad, denunciamos el rol que han cumplido las autoridades que manejan la Universidad, quienes sistemáticamente han hecho caso omiso a las necesidades de los y las trabajadoras, pues mientras ellos y ellas ganan sueldos gerenciales en sus cargos se mantiene la precarización para miles.
En medio de las elecciones para elegir al nuevo rector o rectora de la Universidad, donde sólo puede votar un sector de académicos/as, se vuelve a revelar que mientras no cambie la estructura jerárquica y antidemocrática de la Universidad, donde las decisiones las toman unos pocos, cuestiones cómo estás seguirán pasando. Mientras esto siga siendo así, la reconfiguración de la institucionalidad y de nuestros gobiernos internos seguirá dependiendo de otr@s, a quienes no les importamos.
Por todo lo anterior, hacemos un llamado a organizarnos en unidad con las y los trabajadores a través de asambleas comunes, para una articulación desde la base que nos permita reponer la lucha contra el subcontrato y toda forma de precarización. |