Fue a finales de marzo cuando la empresa Softys-CMPC de Puente Alto, La Papelera anunció más de 50 despidos en la emblemática planta de la zona sur de Santiago. A estas desvinculaciones le siguieron más de 60 en la planta de Talagante. Tras diversas movilizaciones que impulsaron las y los despedidos en conjunto con organizaciones solidarias, la empresa se vio obligada a ofrecer una mesa de diálogo donde se negó a reincorporar a las y los despedidos, aunque ofreció mejorar las indemnizaciones.
La empresa mencionó como razón de los despidos, la baja en las ventas de la empresa, sin embargo, la matriz CMPC obtuvo utilidades millonarias por más de US$538 millones de dólares en 2021, las más altas en 12 años. El buen momento de la compañía fue ratificado por el propio presidente del directorio el pasado jueves en la Junta anual de Accionistas de la empresa. Luis Gazitúa anunció que CMPC invertirá US$1.500 millones de dólares este año y que "hasta aquí del 2022, ha sido mejor que lo que habíamos recorrido en 2021", toda una burla a las decenas de familias que dejaron en la calle por una supuesta baja de ventas.
Roberto Canales, dirigente del sindicato N°2 de Softys-CMPC señaló que en la reunión con la empresa, se negaron a cualquier reincorporación de las y los despedidos y que solo ofrecieron mejorar los planes de indemnización. Si bien no es el objetivo de la lucha, se trata de un primer punto de apoyo el obligar a negociar a esta trasnacional de la familia Matte teniendo a los sindicatos en contra que están vendidos y que fueron cómplices en las desvinculaciones ocurridas.
En estos últimos días, las y los despedidos están a la espera de la respuesta formal de la empresa para estudiar las acciones a seguir. También están impulsando una serie de denuncias por despidos injustificados por parte de CMPC ante la Inspección del Trabajo.
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