En el medio de la interna del Frente de Todos, el ministro de Economía ratificó el rumbo de ajuste que implica el acuerdo con el FMI. Lo hizo en el marco de un almuerzo organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp). El lugar fue el exclusivo Alvear Palace Hotel, en la Ciudad de Buenos Aires.
Entre otras cosas, Guzmán defendió la reducción del déficit fiscal acordada con el organismo internacional. Una medida que implica restricciones en el gasto público en los próximos años, en un marco de crecimiento de la pobreza y la crisis social.
El funcionario -que está cuestionado desde el Frente de Todos- indicó, además, que "la clave de cualquier programa para contener la inflación es cambiar las expectativas y tener un programa económico y que sea creíble".
Lo que parece una frase hecha es, en parte, una respuesta a las críticas internas que hace el kirchnerismo. Pero, más en general, funciona como garantía hacia el gran empresariado y el capital internacional de que se ejecutará el plan de ajuste acordado con el Fondo Monetario.
El ministro indicó “nosotros venimos implementando ese programa, planteamos compromiso absoluto de seguir por esa línea, sobre la base de la convicción de que ese es el camino para tranquilizar la economía".
El “camino” del ministro no logró aplacar la inflación del mes de marzo y nada indica que tendrá efecto sobre la de abril. Los pronósticos hablan de una suba de precios que podría ubicarse entre el 5 y el 6 %.
En el encuentro con empresarios, Guzmán también reivindicó "la importancia de la generación de divisas, la importancia de sectores clave de la economía para aprovechar esa generación de divisas. Si no tenemos divisas no podemos crecer, si queremos que crezca la economía tienen que crecer las exportaciones, es una necesidad aritmética".
La formulación tiene lugar en el contexto de una nueva ofensiva a favor de la megaminería por parte del Frente de Todos. Ocurre a poco más de un día de la represión que se desató contra manifestantes y organizaciones en Andalgalá, Catamarca. Una represión que contó con el aval del mismo oficialismo mediante un comunicado.
El encuentro de Guzmán en el lujoso hotel del barrio porteño de Recoleta es parte de una serie de reuniones convocadas por grandes empresarios en función de discutir o diseñar una agenda hacia 2023. Una agenda que implica nuevos y mayores ajustes. Una agenda a la que la clase trabajadora, el pueblo pobre y la juventud tendrán que enfrentar.
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