Por su parte, Massa hizo una videoconferencia con jóvenes en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), donde se realizó un encuentro de la juventud del Frente Renovador.
Los discursos de gestión, de “políticas del empleo”, contra las drogas y la inseguridad, se lanzaron desde los escenarios tanto de los seguidores del oficialismo de Scioli y Cristina, como del opositor Massa. Todos llamaron a los jóvenes a ser parte del “cambio” apoyándolos en el proceso electoral.
El “cambio” que propone Massa y la gestión de Scioli, implican más policías del gatillo fácil en los barrios, más represión, más persecución a los jóvenes, y más despidos y suspensiones.
Las universidades son parte de ese plan. En la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), acorde al plan de seguridad de Scioli, ya anunciaron la apertura de la carrera de Oficial Penitenciario, la misma que se está implementado en la Universidad Nacional Arturo Jauretche y la Universidad Nacional de La Matanza. La UNLZ también cuenta con aulas para “formar” agentes que engorden las filas de la mafia policial.
Ninguna de sus “políticas de empleo” incluye a las cientos de familias que están despidiendo las multinacionales como Lear, Donnelley, Calsa, Honda o Shell. Tampoco a los miles de jóvenes que están condenados a la precarización laboral y el desempleo, que pueblan los barrios del conurbano.
Militancias muy distintas
¿Será por esto que a los jóvenes de La Cámpora, la JUP y el Frente Renovador les molesta tanto que en las universidades del conurbano cientos de estudiantes apoyen a las familias que están luchando por sus puestos de trabajo?
Hace algunas semanas estudiantes de la Juventud del PTS recibieron amenazas y patoteadas por parte de militantes de La Cámpora en la UNQ, de la juventud “renovadora” en la UNLZ y en la UNLa (Lanús), los kircheristas arrancan los carteles de los trabajadores despedidos.
Estos militantes de la gestión, que habitan las oficinas de las universidades, actúan como patotas. Son pagados por sueldos de la universidad o del Estado, y militan para sostener a capa y espada a funcionarios privilegiados que cobran decenas de veces lo que un trabajador.
Su militancia en los barrios, que tanto pregonan, nada dice de personajes como Berni que felicita a la Gendarmería Carancho que actúa junto a la Metropolitana demoliendo con topadoras las casas de familias humildes sin vivienda.
Una nueva juventud se pone de pie
En las universidades de la zona sur del Gran Buenos Aires, donde en su mayoría los centros de estudiantes son dirigidos por agrupaciones kircheristas, la izquierda viene ya desde el año pasado, ganando más fuerza e influencia, conquistando secretarías en los centros y consejeros estudiantiles.
Se escuchan cientos de voces de apoyo a los trabajadores en lucha. Acompañando en las calles, con campañas de fotos, colectas, juntadas de firma, peñas, y distintas iniciativas, decenas de estudiantes se suman a la campaña de apoyo a los trabajadores que enfrentan los despidos, impulsada por la Juventud del PTS y Pan y Rosas.
Estos jóvenes son parte del importante triunfo de los despedidos de Shell que lograron la reinstalación de Analia Portillo hace pocos días. Una muestra clara de cómo enfrentar los despidos de estas multinacionales buitres, y un ejemplo para miles de trabajadores de zona sur, devastada por la desocupación en los ´90, que hoy muestra que los trabajadores se ponen de pie.
Cientos de estudiantes acompañaron en las calles a Carla Lacorte a lo largo de los 13 años de incansable lucha contra el gatillo fácil, logrando meter preso al policía José Salmo. Un enorme triunfo y un ejemplo que da pie para avanzar en la lucha por encarcelar a los represores de ayer y de hoy.
En las universidades, donde los kirchernistas concentran su mayor fuerza militante y son parte de la gestión, esta creciendo una fuerza capaz de hacerles frente.
A un mes y medio de las elecciones en los centros de estudiantes, los kirchneristas y jóvenes “renovadores” temen que estos cientos de estudiantes se expresen junto a la izquierda, y avancen en la perspectiva de recuperarlos para poner en pie centros militantes, que luchen junto a los trabajadores, las mujeres y las víctimas de la represión. |