El proyecto abarca un aproximado de 58.76 hectáreas en las que se planea la construcción de torres residenciales, un centro comercial, una zona médica, un templo, oficinas y un hotel.
Tajamar se localiza en tres regiones prioritarias establecidas por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio): Área de importancia para la Conservación Prioritaria de aves AICA (Corredor central Vallarta-Punta Laguna); Región Hidrológica Prioritaria sureste (Corredor Cancún-Tulum) y Región Marina Prioritaria (Punta Maroma-Nizuc), según información de Noticaribe.
Además, el proyecto corresponde al beneficio de los pocos que puedan pagarlo a costa de la destrucción del ecosistema. A pesar de que Cancún es el lugar que arroja mayores ganancias al sector turístico nacional, un cuarto del total de la población vive en pobreza y aproximadamente 120 mil viven en pobreza extrema.
Arbitrariedades y conflicto en el Malecón Tajamar
A finales de 2012, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) empezó a fraccionar la zona de canales y humedales superficiales para venderlos, siendo que en esta zona viven múltiples especies en peligro de extinción (los mangles blanco y rojo, la rana leopardo, la iguana rayada, el cocodrilo Moreletti y aves migratorias) y a pesar de que la zona fue considerada protegida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) desde la aprobación del artículo 60 TER de la Ley General de Vida Silvestre en 2007.
Sin embargo, los permisos federales para cambio de uso de suelo se aprobaron desde 2005, después de un Proceso de Evaluación de Impacto Ambiental realizado por la misma Semarnat y continúan vigentes hasta febrero de 2016.
Ante la urgencia de llevar a cabo la construcción del proyecto inmobiliario, la empresa Bi & Di Real Estate de México, dueña de este terreno, comenzó las excavaciones y remociones desde el pasado 28 de julio sin respetar la vida de las especies, incluyendo la que están en peligro de extinción, aun cuando la legislación medio ambiental refiere la reubicación de fauna y la flora para su protección.
Ante el impacto, más de 4 mil personas firmaron una denuncia por el inclumplimiento del rescate de flora y fauna, que presentaron a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
El secretario estatal de ecología, Carlos Rafael Muñoz Berzunza se mostró indolente y dijo que “Tajamar ya estaba pensado para desarrollarse”.
Mientras tanto la obra se encuentra suspendida temporalmente y a la empresa Bi & Di Real Estate, la Profepa le impuso una sanción monetaria tras corroborar el daño causado a las especies en 6.9 hectáreas. Lo que es sólo un parche a las movilizaciones en Cancún, pues el daño a las especies es irreversible y el proyecto inmobiliario sigue en pie.
Con información de Noticaribe, La Jornada y Sin embargo. |