Irónicamente, en la “tierra de oportunidades” de Valenzuela, donde él gobierna siendo parte de Juntos por el Cambio, los trabajadores del estado cobran salarios muy por debajo de la canasta familiar. Mientras los bolsillos del intendente de Tres de Febrero están bien llenos por los $600.000 que cobra mes a mes, los trabajadores del estado de su distrito cobran unos magros $25.000.
El salario de un trabajador en la “tierra de oportunidades” representa un 4% de lo que gana Diego Valenzuela mensualmente.
Si nos paramos a pensarlo, Valenzuela cobra por día unos $20.000 mientras que los que trabajan poniéndole el cuerpo en la atención a niños, niñas y adolescentes sólo disponen de unos $800 diariamente. Esto fuerza a los trabajadores a buscar más de un empleo para llegar a fin de mes, precarizando sus vidas.
En relación a las negociaciones salariales que se realizaron en Tres de Febrero, semanas antes de que se conociera que la inflación de Abril llegaría a un 6% el Diario Clarín publicó a modo de incógnita la negociación miserable de Valenzuela "En Tres de Febrero se alcanzó un acuerdo del 38% acumulado anual dividido en tres tramos: un incremento del 10% en marzo, 12% en junio y 12% en agosto. ¿Alcanzará o deberá renegociar?"
Con datos alarmantes de inflación, con una Canasta Básica Total según el Indec que registró en marzo un aumento del 7 % (por encima de la inflación general), un hogar compuesto por dos adultos y dos menores necesita $89.690 para no ser pobre.
Hay que tener en cuenta que, la canasta que elabora el Indec no mide la totalidad de las necesidades de una familia para llegar a fin de mes, por ejemplo excluye el gasto de alquiler. En tanto, la Junta Interna de Ate Indec calcula una canasta de consumos mínimos que alcanzó los $145.456 en marzo de 2022.
Cabe mencionar que Tres de Febrero como tantos municipios de la provincia de Bs. As. son parte del territorio gobernado por Axel Kicillof, lugar en el que las familias con las que intervienen los trabajadores de las infancias sufren cotidianamente las políticas de ajuste del gobernador. Recordemos la cifra alarmante: en un país con más del 50% del niñas, niños y adolescentes pobres, en el que el Estado bonaerense destina $144 por día para el desayuno y almuerzo de cada alumno en los colegios en un momento de profunda crisis social en el que cada vez más familias necesitan acudir a comedores para completar su alimentación.
Salarios de miseria, precarización laboral, miles de denuncias de parte de la comunidad educativa por alimentos en mal estado, vencidos o con gusanos, persecución a los docentes, es larga la lista de la realidad que viven miles de familias en la “tierra de oportunidades” de Valenzuela, muy distinta incluso a su patrimonio declarado ante la Oficina Anticorrupción (OA) 2020 Diego Valenzuela, con 10 millones de pesos.
Valenzuela, como tanto otros políticos, son parte de la casta privilegiada que tiene como objetivo favorecer en sus gestiones políticas, a los grandes empresarios, a sus amigos del poder, precarizando la vida de los y las trabajadores, vulnerando los derechos de las infancias y la juventud.
En la otra vereda, los trabajadores del estado que vivimos la realidad de no llegar a fin de mes, que vemos la realidad de nuestros compañeros en esa misma batalla, que trabajamos con las familias sobre las cuales se quiere arrojar la crisis económica y social imperante; sabemos que la única salida posible ante Valenzuela y sus políticas públicas de hambre y miseria es organizarnos; nosotros, los y las trabajadores somos quienes tenemos en nuestras manos en unidad con los sectores que salen a pelear por mejores condiciones de vida el poder de revertir estas situaciones, de no contentarse con las migajas que nos ofrecen.
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