Luego de las declaraciones del ministro de Economía, Martín Guzmán al medio Télam el pasado viernes, donde anunció la actualización del piso del Impuesto a las Ganancias; el secretario de Política Tributaria, Roberto Arias, ratificó esta medida en declaraciones radiales (Futurock).
"Es una obviedad que se actualizará el piso a partir del cual los trabajadores en relación de dependencia pagan (el Impuesto a las) Ganancias en función de la evolución de la inflación,” había dicho Guzmán.
Y sostuvo que " el nuevo piso, según estimaciones en Diputados, pasaría de $225.937 a $265.000 de remuneración bruta y la actualización se realizará a través de un decreto”. Por su parte Arias confirmó que se adelantaría el mínimo que se iba a dar en enero de 2023, “lo adelantaríamos 6 o 7 meses." Dado que el mínimo no imponible tiene un ajuste anual atado al RIPTE, la próxima suba debería ser en enero del año próximo tomando en cuenta la variación del RIPTE entre octubre de 2021 y 2022.
Sin embargo, la inflación en los primeros meses del año acumula un 23,1 %, sin señales de desaceleración a la vista, desde el “mercado” la ubican en un 65% para fin de año. En efecto, se reabrieron las revisiones paritarias en varios gremios debido a la creciente suba de precios. Aunque desde el Gobierno alientan que los salarios no deben perder poder de compra, esto no garantiza recuperar lo perdido bajo el macrismo.
El salario no es ganancia
A pesar de los pedidos públicos del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien solicitó por carta a Guzmán la suba del piso de Ganancias, se trata de una decisión elemental. Es decir, si lo que se busca es que no sean alcanzados nuevos trabajadores por las subas paritarias.
Según trascendidos sería el propio presidente quien confirme oficialmente a partir de cuando entrará finalmente en vigencia. Aunque faltan conocerse los detalles, algunas analistas estiman que este adelantamiento es insuficiente, si se tomara la evolución del RIPTE desde octubre pasado a marzo de este año, el piso del mínimo debería llegar a $ 280.000 brutos. Si el periodo a calcular fuese de octubre hasta mayo, la suba del mínimo no imponible tendría que ser mayor a los $ 310.000.
Recordemos que a finales de 2021 desde el Frente de Todos reivindicaban que había alrededor de 1,5 millones de trabajadores que no pagaban ganancias, justamente por las fórmulas de actualización. Aún así, casi un millón de trabajadorxs pagan obligatoriamente este impuesto., que recae sobre las remuneraciones de quienes viven de la venta de su fuerza de trabajo. El salario no es ganancia. La inmensa mayoría de los trabajadores ni siquiera son alcanzados por este impuesto justamente porque los salarios son bajo, de acuerdo a los últimos datos del Indec
la mitad de los trabajadores ocupados gana en promedio $55,512.
Este impuesto se inscribe en un sistema tributario regresivo en el cual son los ingresos de los trabajadores y el consumo popular los más afectados; mientras siguen sin afectarse las ganancias de los especuladores de la deuda y de los bancos que ganan millones. Otros, como los jueces, directamente siguen eximidos.
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